A medida que Estados Unidos se acerca a las 100.000 muertes por coronavirus, The New York Times decidió dedicar su portada de la edición impresa del domingo a rendir homenaje a 1.000 de los fallecidos con un obituario de una línea para cada uno.

“Las 1.000 personas reflejan solo el uno por ciento del total. Ninguno era un simple número”, escribió el periódico en una breve introducción en la portada, en la que no hay ninguna fotografía, solo texto.

Estados Unidos es de largo el país más golpeado por la pandemia de coronavirus, tanto por número de muertes y como de contagiados.

Hasta el sábado por la noche, Estados Unidos había registrado 97.048 muertes y 1,6 millones de casos.

Entre los fallecidos que aparecen en la portada del diario están “Joe Diffie, 62, Nashville, estrella de la música country ganadora del Grammy”, y “Lila A. Fenwick, 87, Nueva York, primera mujer negra en graduarse en la Facultad de Derecho de Harvard”.

También están: También: “Myles Coker, 69, Ciudad de Nueva York, liberada de la cadena perpetua”, “Ruth Skapinok, 85, Roseville, California, se sabía que las aves del jardín trasero comían de su mano”, y “Jordan Driver Haynes, 27, Cedar Rapids, Iowa, joven generoso con una sonrisa encantadora”.

“Quería algo que la gente recordara en 100 años para comprender el coste de lo que estamos viviendo”, dijo Marc Lacey, editor nacional del periódico.

Una portada similar fue la que publicó el matutino brasileño O’Globo semanas atrás, con motivo de los 10.000 fallecidos por el nuevo coronavirus en el país carioca.

OGlobo
O´Globo

El hito de las 100.000 muertes se acerca mientras varios estados del país reducen las medidas de confinamiento.

Con un ojo puesto en las elecciones de noviembre, el presidente Donald Trump ha presionado para que se acelere la reapertura del país a medida que aumentan las pérdidas de empleos y la economía se desacelera debido a los cierres de coronavirus.

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A Queens pastor who battled Covid-19 is now tending to his flock from 6 feet away. ⁣ ⁣ In normal times, the Rev. Peter Purpura would be presiding over crowded services at Our Lady of Hope Catholic Church in the Middle Village neighborhood in Queens. But social-distancing restrictions and falling ill to the coronavirus forced him to close the church doors in March. Now after recovering, the pastor is going door-to-door saying blessings, offering prayers and even giving one young girl her first communion. Hundreds of parishioners have come outside on Sunday mornings to partake in his outdoor processions, welcoming him with makeshift altars and sidewalk chalk greetings.⁣ ⁣ Tap the link in our bio to read more about how one priest is connecting with his people in one of the hardest hit areas of New York. Photos by @jamesestrin.⁣

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