El desastre nuclear de Chernóbil dejó la zona deshabitada por los humanos, pero muchos animales continuaron viviendo allí, incluyendo perros abandonados forzosamente por sus dueños. A pesar de las condiciones extremadamente duras, los perros han sobrevivido y se han reproducido en la zona, generando cambios genéticos frente a los altos niveles de radiación.

Tras el desastre nuclear ocurrido en Prípiat, Ucrania, un 26 de abril de 1986, la zona quedó deshabitada por todo tipo de vida en un radio de 20 a 30 kilómetros de la central Vladímir Ilich Lenin de Chernóbil.

La falla en el reactor 4 de la central nuclear dejó altos niveles de radiación, deteriorando el ambiente y generando problemas de salud en humanos y fauna.

Aunque los habitantes de la ciudad abandonaron la zona de exclusión, muchos animales siguieron viviendo y reproduciéndose a lo largo de los años. Incluso, el entorno silvestre ocupó espacios que antes eran habitados por los pobladores de la zona.

Hasta la fecha, varios animales salvajes siguen desplegados por los bosques y en la ciudad de Chernóbil. Pero lo que llama la atención, es el aumento de perros en la zona, los que se ven en las mismas condiciones de un perro doméstico.

Perros domésticos abandonados

Cuando los residentes de Prípiat abandonaron la ciudad tras la explosión de la planta nuclear, se vieron forzados a dejar sus mascotas. Tiempo después, los soldados fueron llamados a exterminar los animales para prevenir la propagación de la radiación. Incluso, muchos dueños dejaron notas desgarradoras a los soldados en las puertas de sus casas, pidiendo que perdonaran a sus perros, según relata el medio Lonely Planet.

Aunque muchas mascotas sobrevivieron, tuvieron que enfrentarse a los altos niveles de radiación en su cuerpo, a los duros inviernos de Ucrania y a la escasez de alimentos. Por ello, las crías que quedaron de estos perros, son cuidadas por el programa Dogs of Chernobyl.

Luego de 40 años del desastre en Chernóbil, cientos de perros todavía se pueden ver en la zona de exclusión, e incluso cerca de donde se encuentra el reactor. Frente a su extensa sobrevivencia en la zona, científicos se han interesado en sus genes, estudiando su adaptación con el paso de los años.

Perros abandonados en Chernóbil
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Investigación centrada en los genes

Científicos estudiaron a los perros cerca de la planta nuclear de Chernóbil para ver si sus genes los ha ayudado para sobrevivir, con el fin de que los datos de la investigación a estos canes puedan enseñar a los humanos cómo sobrevivir en los entornos más difíciles y desafiantes del mundo.

Elaine Ostrander, genetista estadounidense del Instituto Nacional de Salud en Bethesda, Maryland, dijo a Associated Press que esta ha sido una oportunidad de oro para mirar a la estructura de la población y sentar las bases de cómo se puede sobrevivir en un ambiente hostil por 15 generaciones.

Los investigadores usaron muestras de sangre para identificar las diferencias genéticas entre los perros en la zona de exclusión de Chernóbil y de las áreas circundantes. Los hallazgos ayudaron a los científicos a comprender los efectos de la radiación en los grandes mamíferos, incluidos los humanos.

Muestra de resultados del estudio
Science Advances

Muestras comparativas entre perros

La Chernobyl Dog Research Initiative comenzó los estudios en junio de 2017, frente al crecimiento sustancial en la población de canes salvajes de la zona, que se estimó excedía los 800 mamíferos. Entre 2017 y 2019, tres clínicas entregaron asistencia veterinaria a los mamíferos deambulantes de la zona de exclusión, obteniendo muestras de sangre de 302 perros que deambulan libremente cerca de la central nuclear, así como entre 15 a 45 kilómetros del lugar del desastre.

Según datos de la investigación publicada en Science Advances, los perfiles del genoma de los perros de raza pura y cruzas libres cerca de la zona de exclusión, demostraron tener diferencias genéticas en comparación a los genes de los perros que viven cerca de la planta nuclear.

También se descubrió que el 77% de las muestras está asociada a un padre o descendencia dentro del conjunto de datos, definiendo un total de 15 generaciones. Además, que hay poco flujo de mestizaje entre las dos poblaciones estudiadas, debido a las barreras físicas en la zona. Aunque ambos descendían de una mezcla diferente de razas domésticas, la muestra genética era totalmente distinta.

Mutación para la supervivencia

El equipo de investigación también encontró indicios de que los factores ambientales estresantes de Chernóbil, han producido cambios genéticos atípicos. Estos cambios ayudan en la reparación del ADN a la respuesta inmune y a otros procesos asociados con la exposición de la radiación.

La misión de los investigadores es continuar desarrollando estudios de la población canina y establecer evidencia adicional para evaluar el grado de adaptación total.

Actualmente, los investigadores están planeando otro viaje de muestreo para junio, según comentó Timothy Mousseau, ecologista de la Universidad de Carolina del Sur en Columbia, al medio Nature. Aunque la guerra en curso en Ucrania ha frenado sus visitas, no han detenido la investigación del grupo.