Ashton Fisher tiene 12 años y desde los dos ha tenido problemas alimenticios, los cuales les impiden comer de manera normal, por lo que sólo se ha alimentado de yogurt y pan. ¿La razón? Este niño tendría un extraño trastorno asociado a la fobia a la comida.

A los dos años comenzó a rechazar todo tipo de alimentos. Sus padres, Cara y James intentaron diferentes dietas y comidas, pero nada daba resultado, y Ashton incluso terminaba llorando luego de intentar ingerir algún alimento.

Con el paso del tiempo sus padres se dieron cuenta de que Ashton padecía una extraña fobia a la comida y esto lo dejaba aislado del mundo ya que el sólo olor a los alimentos le generaba ataques de pánico, privándolo de participar incluso de la cena de navidad, según recoge el medio británico Mirror.

Sin embargo, la angustia comenzó a disminuir cuando por fin lograron tener un diagnóstico claro. Un psicólogo especializado en esta área, concluyó que Ashton padece un Trastorno de la Ingesta de Alimentos Restrictiva por Evitación (ARFID por sus siglas en inglés).

Ashton y sus padres | Mirror

De acuerdo al Manual MSD de Medicina, es un trastorno alimentario en el que los afectados comen muy poco y/o evitan el consumo de ciertos alimentos. Suele tener varias características como la pérdida de peso en adultos y puede causar problemas de nutrición que inclusive puden llevar a la muerte a quien lo padece.

Si bien su causa puede ser específica en cada caso, en la mayoría de las personas que lo padecen comienza en la infancia debido a una mala experiencia de la alimentación como un atragantamiento o bien que no les guste la sensación de comida en su boca.

Sin embargo, los especialistas sostienen que no debe asociarse con una actitud de “capricho” por parte del menor, debido a que esto sólo genera el rechazo por ciertos alimentos y logran llevar una vida normal, además de una nutrición adecuada que no afecta su crecimiento, a diferencia de lo que sí ocasiona este trastorno.

En el caso de Ashton, los padres señalan a Mirror que el pequeño comenzó a asistir a terapia, lo que le ha ayudado poco a poco a ingerir otros alimentos además del yogurt y pan, como papas fritas y algunos tipos de carnes.

“Creemos que la fobia a la comida de Ashton se debe a que de bebé tenía reflujo y esto parece ser un desencadenante común entre las personas que padecen ARFID“, sostuvo la madre.

“No creo que él estaría aquí hoy si no tuviéramos yogures de fresa y plátano y pan blanco de marcas específicas, aunque hemos estado muy preocupados por él porque no obtiene ninguno de los nutrientes que necesita”, agregó Cara.

Ashton | Mirror

Los padres señalan que lo llevaron a diferentes médicos, los cuáles sólo indicaron que era un niño “quisquilloso” con la comida y lo derivaron a un nutriólogo, especialista que no generó mejoraría, debido a que no se trataba de qué alimentos debía comer, sino que Ashton no podía ingerir alimentos, por lo que sólo dijeron que se le pasaría al crecer.

Antes de la terapia, el pequeño sufría ataques de pánico antes de la hora de la comida. Ahora, puede comer otro tipo de alimentos que ayudan a mejorar su nutrición. “ARFID es muy difícil tanto para el paciente como para los padres, pero quiero que otros sepan que hay ayuda disponible. Esta condición no sólo afecta a los niños, los adultos también la padecen y se necesita más ayuda”, sostuvo Cara.

Actualmente, Ashton continúa con su terapia psicológica y poco a poco ha ido entendiendo que la comida no le hará daño y ha logrado degustar comidas que antes de su diagnóstico, hubiese sido imposible.