La serie The Good Doctor se ha vuelto muy popular este último tiempo. Y es que la historia del joven doctor con autismo, que lucha por convertirse en un gran cirujano, se nutre con los diferentes casos médicos, mientras vamos conociendo a cada personaje.

Su historia gira en torno a Shaun Murphy (Freddie Highmore), un interno de medicina con autismo, cuyas capacidades hacen que su estadía en el hospital sea un poco más difícil, pero que pueda sortear su día al final de cada capítulo.

Sin embargo, una de las cosas que hace tan interesante a este médico, es su gran habilidad para memorizar y aprender muy rápidamente los desafíos que su profesión presenta.

The Good Doctor

Esto debido a que tiene el Síndrome de Savant, o conocido popularmente como el síndrome del sabio, el cual dota a quien lo padece de grandes habilidades de memoria y competencias destacadas en diferentes disciplinas como al arte, matemáticas o la música.

“Síndrome del Sabio”

El síndrome de savant es aún, en la actualidad, muy misterioso; pero gracias a los avances en los estudios con neuroimagen, se ha podido conocer más sobre él. Su relación con los trastornos del desarrollo o trastornos del espectro autista, está hoy mucho más justificada y puede explicarse desde su neuropatología.

A finales del siglo XVIII el médico norteamericano Benjamin Rush describió por primera vez lo que hoy se conoce como síndrome de savant o síndrome del sabio. Lo hizo tras atender a un paciente con una extraordinaria capacidad para el cálculo mental, y desde entonces se han descrito alrededor de un centenar de casos más.

El más famoso de todos es el de Kim Peek, cuya historia dio lugar a la película Rain Man (1988), protagonizada por Dustin Hoffman, en el cual su protagonista padece autismo, pero es parte de la población que posee una mente brillante.

Rain Man

Kim Peek tenía una memoria y unas capacidades cerebrales asombrosas. Recordaba los más de 10.000 libros que había leído en su vida, era capaz de leer dos páginas a la vez en apenas 10 segundos, usando un ojo para cada página, memorizaba libros completos, e incluso fue capaz de memorizar en toda su vasta extensión todos los mapas de calles y carreteras de EE.UU., convirtiéndose en un GPS humano.

Sin embargo, y aunque parezca increíble, Peek no podía valerse por sí mismo para cosas tan sencillas como abrocharse los botones de una camisa, según detalla la revista de Salud y Bienestar.

El síndrome de savant posee dos grandes características. Por un lado, quien lo padece tiene grandes habilidades para los números, cálculos, capacidades artísticas y de memoria, algo que los hace extremadamente competente para todas las disciplinas.

The Good Doctor

Sin embargo, presentan deficiencias motrices, físicas y mentales importantes, que se manifiestan, por ejemplo, en su incapacidad para relacionarse con otras personas, en la dificultad para desarrollar el habla, o en problemas motores que les obstaculizan la coordinación de movimientos para realizar acciones aparentemente sencillas.

En el caso de Kim Peek el origen del síndrome de savant está en la macrocefalia con la que nació que, unida a una agenesia en el cuerpo calloso de su cerebro, impedía la conexión entre sus hemisferios cerebrales.

Por esta razón, los savants suelen tener el hemisferio izquierdo muy poco desarrollado, lo que provoca que muestren síntomas que se pueden confundir con la discapacidad mental. A cambio, y como si quisiese compensar en cierto modo esa deficiencia, el hemisferio derecho se desarrolla mucho más de lo habitual, lo que les dota de las extraordinarias capacidades cerebrales.