Esta sería la primera vez que se utiliza sangre real para probar los productos menstruales. Las científicas buscaban saber cuál era el más adecuado para personas que presentan sangrado abundante durante la menstruación.

Un nuevo estudio sobre los productos menstruales hecho por científicas, corresponde a la primera vez que utilizan sangre real para probar la absorción de estos y cómo responden al líquido. Y es que antes, los expertos solían practicar estos métodos únicamente con agua o solución salina.

El estudio, publicado en la National Library of Medicine se enfocó principalmente en mejorar los productos para personas con “sangrado abundante” durante el periodo menstrual, que de acuerdo con los datos, afecta a un tercio de la población que menstrúa.

En el laboratorio en cuestión, se probaron productos como tampones, toallas sanitarias, copas y discos menstruales y ropa interior especialmente hecha para la menstruación. Esto “para determinar su capacidad máxima de absorción o llenado utilizando concentrados de glóbulos rojos humanos vencidos”.

Además, se utilizó el volumen de sangre necesario equivalente a lo que produce una persona con sangrado abundante, que son hasta 80ml.

¿Qué productos menstruales retienen más sangre?

De acuerdo con los resultados del estudio, el disco menstrual sería el más apto para una persona con sangrado abundante, puesto que fue capaz de retener más que los demás, hasta 61 ml.

En segundo lugar, calificaron los tampones, las toallas sanitarias y las copas menstruales, aunque con una amplia diferencia, reteniendo entre 20 y 50 ml de sangrado.

Finalmente, los menos funcionales fueron la ropa interior para la menstruación, que retuvo menos de 3ml.

“Este estudio encontró una variabilidad considerable en la capacidad de volumen de glóbulos rojos de los productos menstruales. Esto enfatiza la importancia de preguntar a las personas sobre el tipo de productos menstruales que usan y cómo los usan“, concluyeron las científicas.

“Una mayor comprensión de la capacidad de los productos menstruales más nuevos puede ayudar a los médicos a cuantificar mejor la pérdida de sangre menstrual, identificar a las personas que pueden beneficiarse de una evaluación adicional y monitorear el tratamiento”, cierra el estudio.