Fue este mes que la cantante cubana-estadounidense Camila Cabello entregó una lección. Un día salió a correr con ropa deportiva y dejó ver su abdomen, lo que la dejó con una extraña sensación.

“Estaba corriendo por el parque, ocupándome de mis asuntos y tratando de mantenerme en forma y estar sana. No estaba hundiendo la panza porque estaba corriendo, y existiendo como una persona normal que no hunde la panza todo el tiempo, y me sentí insegura”, dijo la joven de 24 años.

Cabello, intérprete de Havana y Señorita junto a su novio Shawn Mendes, luego recordó que “que estar en guerra con tu cuerpo está pasado de moda”, dijo.

“Estoy agradecida por este cuerpo que me permite hacer lo que necesito. Somos mujeres reales, con curvas y celulitis, y estrías y grasa. Y tenemos que sentirnos orgullosas de todo eso”, agregó.

Sin quererlo, sus palabras posteriores pusieron en enfoque en un debate que se ha venido dando desde hace tiempo entre dos movimientos en torno al cuerpo: el body positive y el body neutral.

Dos enfoques parecidos, pero distintos

Primero habría surgido el body positive. El principal propósito del movimiento es que todas las personas puedan liberarse de la presión social y dejar atrás los esfuerzos para cumplir imposiciones de belleza, que buscaban un cuerpo ideal con atributos como la delgadez y cánones físicos preestablecidos.

Si bien no se ha determinado la fecha exacta en que surgió la tendencia, se estima que ocurrió en los años 2000, luego de los comienzos de cambio en la mentalidad colectiva sobre el cuerpo humano. Revistas, pasarelas y medios de comunicación comenzaron a sumarse también a la idea.

“Significa aceptar el cuerpo que tienes, así como los cambios de forma, tamaño y capacidad que puede sufrir debido a la naturaleza, la edad o tus propias elecciones personales a lo largo de tu vida”, definió Mallorie Dunn, fundadora de la línea de moda corporal positiva SmartGlamour, al sitio especializado Psychology Today.

En cambio, el body neutral “promueve la aceptación de su cuerpo tal como es, lo que lo alienta a reconocer sus habilidades y características no físicas sobre su apariencia“, explica el sitio especializado Healthline. Es, en definitiva, dejar de mirar el cuerpo como algo que podría empujarte a crecer o a descender y llama, finalmente, a centrarse en lo que se puede lograr con él.

“Puede que no siempre ames tu cuerpo, pero aún puedes seguir viviendo feliz y bien”, resume el portal.

Críticas al body positive

El body neutral es una tendencia más reciente. De hecho, se cree que surgió a partir de críticos del body positive o como una forma de avanzar varios pasos más en las conversaciones en torno al cuerpo.

Heather Widdows, Ph.D. y profesora de Ética Global en el Departamento de Filosofía en la Universidad de Birmingham detalló a Psychology Today que si bien la intención del body positive es buena, “hacen menos de lo que creen para desafiar las presiones para ser perfectos”.

“Peor aún, pueden dificultar las cosas para las personas. Pueden hacer que las personas se sientan peor con respecto a sus cuerpos, pero menos capaces de decirlo. Con la positividad corporal, solo se permite el mensaje positivo, independientemente de lo mal que se sienta por dentro, agregó, añadiendo que “los mensajes corporales positivos siguen siendo sobre cómo se ve el cuerpo y amarlo ‘tal como es"”.

Finalmente, señaló, ser positivo respecto del cuerpo se convierte en una exigencia más.

El mismo portal advirtió que el movimiento “puede volverse tóxico porque aún enfatiza la apariencia física de los cuerpos sobre la apreciación, la funcionalidad y la dignidad inherente del cuerpo. Incluso cuando aceptamos todas las formas y tamaños, lo cual es importante, estamos hablando de una relación positiva con la apariencia”.