Existe un estado que muchos llaman “prediabetes” y que significa que tu nivel de azúcar en la sangre es mayor que el normal, pero no lo suficientemente alto como para ser diabetes tipo 2, señalan desde la prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos.

Sin cambios en el estilo de vida, las personas con prediabetes tienen muchas probabilidades de que su enfermedad evolucione a diabetes tipo 2. Si te encuentras en esta condición es posible que el daño a largo plazo especialmente al corazón, los vasos sanguíneos y los riñones, ya esté comenzando.

Sin embargo, La evolución de la prediabetes a diabetes tipo 2 se puede evitar. Consumir alimentos saludables, incorporar actividad física en tu rutina diaria y mantener un peso saludable pueden ayudarte a regularizar el nivel de azúcar en sangre.

La prediabetes afecta a adultos y a niños. Los mismos cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a prevenir la evolución de esta enfermedad a diabetes en adultos también pueden ayudar a normalizar los niveles de azúcar en sangre en los más pequeños.

Síntomas

Cabe destacar que el estado “pre-diabético” generalmente no suele presentar signos ni síntomas, pero pueden haber algunas señales muy sutiles.

Un posible signo de que puedes estar en riesgo de tener diabetes tipo 2 -o estar camino a ésta- es el oscurecimiento de la piel en ciertas partes del cuerpo. Las áreas afectadas pueden incluir el cuello, las axilas, los codos, las rodillas y los nudillos.

Señal sutil de diabetes o prediabetes
Señal sutil de diabetes o prediabetes

Los signos y síntomas clásicos que sugieren la evolución de la prediabetes a la diabetes tipo 2 comprenden los siguientes:

1. Aumento de la sed

2. Necesidad de orinar a menudo

3. Fatiga

4. Visión borrosa

Se recomienda consultar a un médico si te preocupa padecer diabetes o si notas alguna señal de diabetes tipo 2. Si es tu caso, pide que te hagan exámenes para la detección de glucosa en sangre.

Causas

Se desconoce la causa exacta de esto. Sin embargo, los antecedentes familiares y la genética parecen desempeñar un papel importante. La inactividad y el exceso de grasa, en especial la grasa abdominal, también parecen ser factores significativos.

Lo que está claro es que las personas con la llamada “prediabetes” no procesan el azúcar (glucosa) adecuadamente. Como resultado, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo en lugar de realizar su función normal de alimentar las células que constituyen los músculos y otros tejidos.

La mayor cantidad de glucosa en el organismo proviene de los alimentos que consumes. El azúcar ingresa al torrente sanguíneo cuando digieres los alimentos. El traslado del azúcar desde el torrente sanguíneo hasta las células del organismo requiere de una hormona (la insulina).

La insulina proviene de una glándula ubicada detrás del estómago (páncreas). El páncreas segrega insulina al torrente sanguíneo cuando te alimentas. Mientras la insulina circula, permite que el azúcar ingrese a las células y reduce la cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo. A medida que el nivel en sangre baja, lo mismo sucede con la secreción de la insulina proveniente del páncreas.

Cuando sufres de prediabetes, este proceso comienza a funcionar incorrectamente. En lugar de alimentar las células, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo. Se genera un alto nivel de azúcar en sangre cuando el páncreas no produce suficiente insulina o las células se vuelven resistentes a la acción de la insulina, o en ambos casos.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo de diabetes son:

Peso. Tener sobrepeso es un factor de riesgo importante para padecer diabetes. Cuanto más tejido graso tengas, especialmente entre el músculo y la piel que rodean el abdomen y dentro de estos, más resistentes a la insulina se volverán las células.

Tamaño de la cintura. Una gran circunferencia de la cintura puede indicar resistencia a la insulina. El riesgo de resistencia a la insulina aumenta en hombres con una cintura de más de 101,6 cm y en mujeres con una cintura de más de 88,9 cm.

Patrones de alimentación. El consumo de carnes rojas, carnes procesadas y bebidas endulzadas con azúcar está asociado con un mayor riesgo. Una dieta rica en frutas, vegetales, frutos secos, granos integrales y aceite de oliva está asociada con un menor riesgo.

Inactividad. Cuanto menos actividad física realizas, mayor es el riesgo de padecer prediabetes y diabetes. La actividad física te ayuda a controlar el peso, utiliza la glucosa como energía y hace que tus células sean más sensibles a la insulina.

– Edad. A pesar de que la diabetes se puede manifestar a cualquier edad, el riesgo aumenta luego de los 45 años. Esto puede deberse a que las personas tienden a hacer menos ejercicio, perder masa muscular y subir de peso con los años.

– Antecedentes familiares. El riesgo aumenta si tus padres o tus hermanos tienen diabetes tipo 2.

– Raza. A pesar de que no se puede determinar el motivo con exactitud, las personas de ciertas razas, incluidos afroamericanos, hispanos, nativos americanos, asiáticos-americanos e isleños del Pacífico, son más propensas.

– Diabetes gestacional. Si sufriste diabetes gestacional durante el embarazo, tú y tu hijo corren un mayor riesgo de padecer prediabetes y diabetes en el futuro. Si diste a luz a un bebé que pesó más de 4 kilos, también corres un mayor riesgo.

– Síndrome del ovario poliquístico. Esta afección común, caracterizada por períodos menstruales irregulares, crecimiento excesivo de vello y obesidad, aumenta el riesgo en las mujeres de sufrir diabetes.

– Sueño. Las personas con un determinado trastorno del sueño (apnea obstructiva del sueño) tienen un mayor riesgo de resistencia a la insulina. Las personas que trabajan cambiando turnos o en turnos nocturnos, lo cual posiblemente provoque problemas de sueño, también pueden tener un mayor riesgo de prediabetes o diabetes tipo 2.

Otras afecciones relacionadas:

– Presión arterial alta

– Niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad, el colesterol “bueno”

– Niveles altos de triglicéridos, un tipo de grasa de la sangre

Cuando estas afecciones se producen junto con la obesidad, se asocian a la resistencia a la insulina. La combinación de tres o más de estas afecciones generalmente se denomina síndrome metabólico.

Complicaciones

La consecuencia más grave de la prediabetes es la evolución a diabetes tipo 2. Esto se debe a que la diabetes tipo 2 puede provocar lo siguiente:

· Presión arterial alta

· Nivel de colesterol alto

· Enfermedad cardíaca

· Accidente cerebrovascular

· Enfermedad renal

· Ceguera

· Amputaciones

Las investigaciones indican que la prediabetes generalmente se asocia con ataques cardíacos no reconocidos y puede dañar los riñones, incluso si la enfermedad no ha evolucionado a la diabetes tipo 2.

Prevención

Elegir un estilo de vida más saludable puede ayudarte a prevenir la prediabetes y su evolución a diabetes tipo 2, incluso si tienes antecedentes familiares. Intenta lo siguiente:

· Consumir alimentos saludables

· Hacer más actividad física

· Deshacerte del exceso de peso

· Controlar la presión arterial y el colesterol