A poco de cumplir dos años frente al sumario, la ministra Carola Rivas sigue trabajando con hermetismo en el esclarecimiento de la desaparición y muerte de Jorge Matute.

A la espera de noticias el próximo mes, María Teresa Johns insiste en que se determine a los responsables de lo ocurrido a su hijo en 1999.

Tras ser designada en julio de 2014 para investigar el caso Matute, la magistrada Carola Rivas tuvo frecuentes contactos con los medios de comunicación.

Sin embargo, luego de hacer noticia por su participación en una polémica muestra fotográfica, optó por distanciarse y reducir a un mínimo sus entrevistas.

Y en esa línea, requerida por Radio Bío Bío para conocer el avance de su trabajo en el bullado sumario, se limitó a informar a través del asesor comunicacional de la Corte de Apelaciones de Concepción que a mediados de julio dará una conferencia de prensa.

El hermetismo de la investigación se ha extendido incluso a los abogados de la familia Matute, expresándolo así David Vargas, quien incluso confirmó que hasta ahora la ministra en visita mantiene el secreto de sumario.

María Teresa Johns, madre de Jorge Matute, reiteró su demanda por conocer lo que ocurrió a su hijo.

En estos dos años, el avance más importante de la labor investigativa ha sido el establecimiento de la causa de muerte del universitario a raíz de la intoxicación por pentobarbital, esperando María Teresa Johns que el próximo paso sea conocer quienes suministraron el barbitúrico a Coke.

En estos casi 24 meses, la ministra Rivas ha trabajado con un reducido equipo de la PDI con quienes ha efectuado cientos de diligencias, en Concepción y otras partes de Chile.

Asimismo, también se ha interrogado al dueño de la discoteca donde Jorge Matute fue visto con vida por última vez, Bruno Betanzo, lo que confirmó que hacia allá apuntaba la jueza su sospecha sobre las eventuales responsabilidades en el caso.