Gestión del agua, con sistemas eficientes de acumulación y distribución, y análisis de riesgos, fueron los ejes del diálogo protagonizado por 35 pequeños agricultores del Ñuble el miércoles en el Taller “Moderización del agro: adaptación al cambio climático”, el séptimo similar en regiones bajo decreto de emergencia agrícola organizado por INDAP.

La jornada consistió en una sesión plenaria de apertura con la charla del ingeniero agrónomo y experto en cambio climático, Felipe Martín, transmitida vía streaming, a la que siguió un espacio de conversación e intercambio de experiencias entre los productores y técnicos del servicio, en grupos en cada una de las 7 agencias de área de INDAP Ñuble.

En su exposición, Martin ahondó en la situación de “estrés” en que se encuentran la atmósfera, los océanos y los continentes, y la prioridad de medidas permanentes para alimentar a la población mundial que crece anualmente en 80 millones.

“La restricción de agua y energía es fuertísima y la huella ambiental que generamos también, necesitamos reflexionar para avanzar a una agricultura adaptable al nuevo escenario”, apuntó, junto con llamar a actuar en torno a 10 ejes que incluyen capacitación, transferencia tecnológica, prevención de riesgos naturales, articulación público-privada y colaboración internacional.

La directora regional de INDAP, Tatiana Merino Coria, destacó la importancia de este taller y lo puso en contexto.

En la región estamos con un 36% de déficit hídrico que nos llevó, a principio de este año, a hacer la declaración de 8 comunas con emergencia agrícola. Esto nos obliga en este momento a innovar y adaptar nuestros sistemas a nuestra realidad regional para seguir desarrollando y diversificando la agricultura en Ñuble”, indicó.

La introducción planteada por el especialista Felipe Martin dio paso a las reuniones grupales entre los productores que al cabo de 2 horas de debate concluyeron con un apunte de análisis y propuestas.

En el tema del agua, señalaron la necesidad de inversiones en almacenamientos sectoriales e intraprediales y en sistemas de riego que incluyan mantención y capacitación. Respecto de los riesgos, apostaron por recursos para la adaptación, preparación ante nuevos mercados, métodos de alerta y seguros.

Berta Bustos, productora arrocera de San Carlos y directora de un Servicio de Asistencia Técnica -SAT- de ese rubro formado por 35 agricultores, agradeció la iniciativa que, dijo, “fue muy importante porque aprendimos mucho. Como conclusión llegamos a que el problema esencial es el agua y cómo acumularla cuando hay excesos”.

Robert Jara, horticultor de Bulnes, también valoró la “oportunidad dada a los pequeños agricultores para participar en estos talleres que a todos nos sirve. El debate fue bueno y todos planteamos nuestros puntos de vista”.

El jefe del Departamento de Riego de INDAP, José Manuel Urrutia, enfatizó que esta realidad es un “tremendo desafío y oportunidad. Todos hemos visto que la sequía, que por más de 10 años sufrimos en el centro-sur del país, ha generado complicaciones y mermas para el sector agrícola y productivo”.

El encargado destacó que esta instancia surge del Comité de Adaptación al Cambio Climático formado por INDAP con expertos, profesionales y académicos, y que las conclusiones “de primera fuente que recogemos de nuestros usuarios” permitirán elaborar un documento final que levante información nacional con esos aportes sobre gestión del agua y gestión del riesgo.

Antes de este taller, se realizaron otros similares en Atacama (también a distancia por las restricciones de desplazamiento), Coquimbo, Valparaíso, O´Higgins, Maule y la Región Metropolitana. En total suman cerca de 1.000 participantes.