Hongos, deterioro en pilares y base, además de malos olores. Esos son algunas de las afectaciones que presentan alrededor de 300 viviendas construidas sobre humedal en población San Pedro de Valdivia, en la región de Los Ríos.

Daños estructurales presentarían alrededor de 300 viviendas construidas sobre un humedal en población San Pedro de Valdivia, en la región de Los Ríos. La problemática de los residentes se arrastra desde los años 90.

Los inmuebles presentan un preocupante grado de deterioro en sus pilares y bases, hongos en las paredes y malos olores, según denunciaron vecinos del sector, los que piden una solución a su problemática.

Cada año las casas presentan mayor afectación, lo que ha significado que algunos decidieran abandonar sus casas en el propósito de una mejor calidad vida.

Daños en viviendas construidas sobre humedal
Cedida a RBB

Elsa Ávila, residente y vocera de los vecinos afectados relató a Radio Bío Bío que la afectación de los inmuebles es variada, pero están directamente relacionados con la humedad.

La vecina tildó de insuficiente la solución que el entonces director del Serviu les ofreció a los afectados en 2018, correspondiente a la entregada de subsidios de arriendo o la construcción de otras viviendas, pero en el mismo sitio que presenta el problema.

Estudios corroboran denuncia de vecinos

Ante esto, incluso en 2021, el Laboratorio de Salud de Bosques de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile emitió un diagnóstico, indicando en un informe que “principalmente de las vigas estructurales del piso y de la madera” se pudo constatar la presencia de insectos adultos muertos.

“No obstante, lo que llama la atención es la condición en las que se encontraban las vigas estructurales, con una pudrición y deterioro avanzado de la madera, identificando así una especie de insecto asociado al daño, tratándose del “escarabajo de los muebles”.

No es la única entidad que se pronunció al respecto, el 20 de abril de 2020, el Instituto Nacional de Derechos Humanos exigió vía oficio al Serviu la ejecución de estudios de suelo e informar sobre la posibilidad de acceder a un subsidio acorde con la realidad del lugar.

A esto se suma un certificado municipal que indica que el sector no es apto para habitar. Una situación que los vecinos se encuentran analizando en diversas reuniones para intentar avanzar en una solución que, a más de 20 años, aún no llega.