El lunes llevó a cabo una reunión conjunta entre la Seremi de Educación de Atacama, el gobernador de la zona, la Superintendencia de Servicios Sanitarios, representantes de Aguas Chañar y el alcalde de Copiapó junto a apoderados y alumnos de las escuelas donde fueron suspendidas las clases la semana pasada, al detectarse la presencia de gases tóxicos potencialmente explosivos.

Se trata del liceo El Palomar y la escuela Las Brisas, que debieron suspender las clases a raíz de un fallo de la Corte de Apelaciones de Copiapó que determinó “la inmediata suspención de actividades escolares, hasta que la Municipalidad de Copiapó acredite que la situación ha sido superada”.

La titular de Educación en la región, Náyade Arriagada, explicó que se tomarán una serie de medidas en los establecimientos para descontaminarlos, entre ellas mejorar los sistemas de ventilación e instalar dos cámaras desengrasadoras y microburbujas.

Alrededor de 1.500 estudiantes deberán ser reubicados en establecimientos de la comuna aún por definir, ya que las instalaciones de los centros educacionales deben ser descontaminadas.

El presidente comunal del Colegio de Profesores en Copiapó, Carlos Rodríguez, aseguró que a tres años de iniciado este problema, hoy se comenzará a trabajar por soluciones definitivas.

El 31 de diciembre, el tribunal de alzada determinó que la emanación provenía del interior de los recintos educacionales, luego de un recurso interpuesto por el Instituto Nacional de Derechos Humanos.

En la acción legal se mencionaron los aluviones que afectaron a la comuna en 2015 como principales causantes, ya que habrían dejado rastro de gas sulfhídrico en la infraestructura de la zona.