La exministra Jeanette Vega deberá declarar como imputada, luego que la Fiscalía Centro Norte abriera una causa penal por el telefonazo de su asesora a Héctor Llaitul. Este episodio le costó su salida de La Moneda, aunque aseguró que nunca logró tomar contacto directo con el líder de la CAM.

La Fiscalía Metropolitana Centro Norte abrió una investigación penal por la llamada que realizo una asesora de la exministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega, a Héctor Llaitul.

De acuerdo a fuentes de Radio Bío Bío, la exsecretaria de Estado deberá declarar en calidad de imputada por este causa, que estará a cargo del fiscal Patricio Cooper.

El 25 de agosto se dio a conocer que la trabajadora Tania Santis logró tomar contacto con el líder de la CAM, por instrucción de Vega.

Un informe de la Policía de Investigaciones (PDI) estableció que esta conversación tuvo lugar el mismo día en que Llaitul llamó a “preparar las fuerzas, a organizar la resistencia armada por la autonomía, por el territorio y autonomía para la nación mapuche”.

Esa misma tarde, el presidente Gabriel Boric aceptó la renuncia de la extitular de Desarrollo Social. “Los hechos que hemos conocido (llamado a Llaitul) hacen que corresponda hacer valer la responsabilidad política de la ministra”, señaló entonces el Mandatario.

Asimismo, descartó que diera instrucción a algún ministro para comunicarse con el vocero de la Coordinadora Arauco Malleco, quien hoy cumple prisión preventiva por delitos como hurto de madera, atentado a la autoridad y usurpación.

Exministra Vega negó dialogo con Llaitul

En conversación con La Tercera, Jeanette Vega aseguró que nunca logró conversar directamente con Héctor Llaitul. Ademas, dijo que en ese momento no tenían conocimiento de sus declaraciones respecto a una “resistencia armada”.

“Fue una coincidencia desafortunada, porque el llamado que hizo la asesora lo hizo alrededor de las 17:00 horas, y a las 18:30 se conoce que Llaitul había dicho que había que empezar a prepararse”, precisó.

En ese sentido, sostuvo que “no me pegué en la cabeza: no había ninguna razón -en ese momento- para no hablar con Llaitul. Y lo que hubo simplemente fue una serie de coincidencias desafortunadas, que muchas veces generan este tipo de episodios”.

Por otra parte, vinculó su salida de La Moneda al plebiscito constitucional, ya que restaban sólo días para su realización.

“Este episodio, que hubiera sido irrelevante en cualquier otro momento, se podía transformar en un arma política contra el Gobierno y en un elemento que podía tener la posibilidad de pesar en alguna persona para no votar Apruebo”, aseveró.