De acuerdo a un estudio reciente del INE sobre la evolución y características del grupo etario de adultos mayores, nuestro país se encamina a una etapa muy avanzada de envejecimiento poblacional debido a la persistente baja en los niveles de fecundidad, la reducción de la mortalidad en edades tempranas y la mayor esperanza de vida, que se estima superará los 85 años en 2050.

El porcentaje de personas de 60 años y más que vive en Chile, respecto a la población total, ha ido aumentando progresivamente en las últimas décadas, y si bien en 1992 este grupo etario equivalía al 9,5% del total de habitante del país, en 2022 aumentó al 18,1% y se espera que en 2050 las personas mayores sean el 32,1% de la población.

La mayoría de las personas seguirían siendo las de la tercera edad (60 a 79 años), pero la proporción de este segmento, dentro del total de personas mayores, descendería, pasando de 83,6% en 2022 a 72,0% en 2050. Por el contrario, estiman que la cantidad de personas en la cuarta edad (80 y más años) aumentará más de tres veces su tamaño en igual período y representará el 28% del total de personas mayores en 2050.

En contraste, el porcentaje de personas menores de 15 años ha ido y seguiría descendiendo, pues mientras en 1992 conformaban el 29,7%, en 2022 su participación sobre el total de la población bajó a 18,9% y se proyecta que en 2050 equivalgan al 14,2% del total de habitantes del país.

“Envejecimiento, evolución y características de las personas mayores”

Así lo señala un estudio del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sobre el “Envejecimiento en Chile, evolución y características de las personas mayores”, presentado esta semana y que tiene el objetivo de entregar un panorama amplio del fenómeno del envejecimiento poblacional en el país.

El estudio da cuenta del proceso de envejecimiento y los efectos de dicho proceso en la estructura poblacional a partir de las estimaciones de población para el lapso 1992-2021, y caracteriza a las personas mayores del país en diversas dimensiones demográficas, así como en sus viviendas y hogares a partir de los Censos de Población y Vivienda 2002 y 2017.

Por otra parte, expone las principales causas de muerte, su distinción por sexo y edad a partir de las Estadísticas Vitales (2010-2019) y analiza la tendencia del envejecimiento proyectada para las próximas décadas, sus efectos en la estructura por sexo y edad, así como su distribución geográfica a partir de las Proyecciones de Población para el período 2022-2050.

En ese contexto, el documento señala que Chile se encamina a una etapa muy avanzada de envejecimiento poblacional, explicada principalmente por el aumento de la esperanza de vida —que superaría los 85 años en 2050—, la reducción de la mortalidad en edades jóvenes y el descenso de la fecundidad (la tasa global de fecundidad alcanzaría los 1,67 hijos(as) por mujer en 2050, lejos del nivel de reemplazo generacional, que es de 2,1 hijos(as) por mujer).

Profundos cambios en la composición y estructura poblacional

Entre otros aspectos, el documento del INE advierte que “el avance sostenido de la cantidad de personas mayores implicará profundos cambios en la composición y estructura de la población del país“.

En esa línea, añade que “el aumento de la proporción de personas de 60 años y más, junto con la tendencia decreciente tanto de menores de 15 años como las personas entre 15 a 59 años implicará que las relaciones de dependencia se modifiquen de manera importante, impactando en los mecanismos de sostenibilidad, protección, seguridad social y cuidados que serán necesarios fortalecer en el contexto de una sociedad más envejecida”.

Cambios en sus formas de vida y en las defunciones

En las últimas décadas, las personas mayores han adquirido mayores niveles de educación, tal como reflejan los censos de 2002 y 2017, el promedio de años de estudio de este grupo pasó de 6,5 años a un promedio de 8,3 años entre cada censo.

Asimismo, el análisis de esos censos refleja, además, que la proporción de hogares con presencia de personas mayores aumentó, así como la proporción de quienes son reconocidos como jefes o jefas de dichos hogares y la proporción de personas de 60 años y más que residen solas (hogares unipersonales).

Por otro lado, el estudio del INE señala que “con el avance del envejecimiento poblacional y el aumento de la esperanza de vida, las defunciones de las personas mayores ocupan cada vez una mayor proporción del total de muertes del país”. En 2019, por ejemplo, aproximadamente el 80% del total de los fallecimientos registrados en dicho año fueron de personas de 60 o más años.

Esto ha implicado un cambio en las principales causas de defunciones de este grupo etario, entre quienes prevalecen actualmente las muertes debidas a tumores malignos (entre los hombres) y las enfermedades relacionadas con el sistema circulatorio (entre las mujeres).