Las personas que padecen este tipo de demencia tienen problemas de memoria, cambios de comportamiento y problemas para realizar actividades habituales.

Cada 21 de septiembre se conmemora el Día internacional del Alzheimer, fecha que busca concientizar a la sociedad sobre esta enfermedad, que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta demencia es un síndrome que provoca el deterioro de la memoria, el pensamiento, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas.

En Chile, se estima que el 1% de la población total del país presenta algún tipo de demencia, concentrándose fuertemente en las edades más avanzadas de la vida. Datos generales indican que 10,4% de los adultos mayores presentan un deterioro cognitivo y 4,5% de adultos mayores presenta deterioro cognitivo asociado a discapacidad, que alcanza a 16% en los de 80 años y más.

Como en otros problemas de salud, la mayor prevalencia de demencia se ubica en niveles socioculturales bajos y en población rural.

Las personas que padecen de Alzheimer van teniendo una progresión de la enfermedad y pasan por etapas leve, moderada y severa. En cada una estas etapas van experimentando cambios que afectan recuerdos, e incluso presentan cambios de comportamiento o tienen pérdida de memoria para realizar sus actividades más cotidianas como es el lavado de dientes.

¿Cómo ayudar a los pacientes de alzheimer con cuidados en su higiene bucal?

Es importante que los familiares, amigos, y cercanos a las personas que padecen alzheimer estén conscientes de las etapas de la enfermedad y los cambios que se producen en cada una de ellas, y desde ahí poder ayudar con sus cuidados.

Durante la etapa leve, ya se experimenta una mayor pérdida de memoria que afecta las actividades cotidianas, los pacientes deambulan y presentan cambios de comportamiento.

Esto significa un hito fundamental con relación a los cuidados orales del paciente mayor con enfermedad de alzheimer, debido a que “el deterioro creciente para realizar las actividades cotidianas afectará su capacidad, entre otras cosas, de realizar su higiene oral correctamente, ocasionando deterioro bucal que posteriormente pueden ser focos dolorosos de difícil tratamiento ambulatorio conforme el avance de la enfermedad se hace evidente”, explica el doctor Julio Huerta, académico de odontología geriátrica de la Facultad de Odontología de la Universidad Finis Terrae.

El académico experto en temas odontológicos en personas de la tercera edad, agrega que “esta es una etapa fundamental, donde la familia debe considerar realizar todos los tratamientos odontológicos necesarios para que el paciente logre salud oral en una etapa inicial de la enfermedad, debido a que el deterioro progresivo de la enfermedad, dificulta realizar la atención odontológica por características propias del deterioro como la resistencia, entre otras causas”.

Siguiendo con las etapas moderada y grave de la enfermedad, existe afectación del cerebro en la expresión verbal y capacidad sensorial. Los pacientes pueden presentar alucinaciones, delirios y tener comportamientos impulsivos, llegando a la dependencia total en la familia o cuidadores.

“Estas expresiones de la enfermedad pueden condicionar la atención odontológica debido al comportamiento del paciente, siendo necesario en algunos casos, realizar atenciones odontológicas bajo sedación, situación que puede ser evitada mediante una cuidadosa higiene oral y de prótesis removibles”, afirma el doctor Francisco Díaz, académico de odontología geriátrica de la Facultad de Odontología de la Universidad Finis Terrae.

Los profesionales del área sostienen que algunas de las manifestaciones de problemas dentales más comunes en estas etapas son dolor de boca, encías y/o dientes, dificultad para comer, úlceras bucales, hinchazón de la cara, prótesis rotas o sueltas. Se debe realizar una inspección bucal diaria que, idealmente, debe registrarse.

Finalmente, es importante mencionar que el paciente con alzheimer requiere de cuidados especiales, por lo que el profesional odontólogo debe contar con perfeccionamiento en el área de odontología geriátrica, para dar solución y pertinencia al plan de tratamiento, adecuándose siempre a las necesidades de estos pacientes.