El escándalo por los Pandora Papers salpicó al reconocido empresario y filántropo chileno, Leonardo Farkas. De acuerdo a la investigación periodística, el magnate creó fundaciones privadas en Panamá -un paraíso fiscal- para organizar la sucesión de su patrimonio a su esposa y sus tres hijos, evitando el pago de impuestos.

Según su abogado, Juan Ignacio Correa, la decisión de crear estas fundaciones “por recomendación”, buscaban facilitar sus actividades filantrópicas.

“Le recomendaron a LF hacer fundaciones para sus donaciones religiosas y de beneficencia o a orfanatos, entre otras, y para regular su sucesión, pues a juicio de sus asesores de entonces resultaba menos engorroso hacerlo a través de ese tipo de entidades”, explicó el jurista.

“LF no tiene inversiones ni ingresos provenientes de ninguna fundación, institución, empresa o sociedad extranjera situada en paraísos fiscales. Tampoco tiene negocios en ninguna parte del mundo. Sustenta su vida, la de su familia y los actos de filantropía que realiza con el producto de sus inversiones pasivas registradas a su propio nombre, pagándose todos los impuestos que correspondan”, defendió.

De acuerdo a la nueva revelación de Ciper y LaBot, el caso se remonta a 2008, cuando Farkas abrió tres fundaciones de interés privado (FIP) en el país centroamericano, pensadas para su sucesión de patrimonio.

Las fundaciones

De esta forma, la primera en ser creada fue Con Suerte Foundation, en una tramitación que le costó 1.750 dólares a Farkas, es decir, casi 1 millón 500 mil pesos chilenos.

Según se explica, la finalidad de esta fundación es resguardar el patrimonio y la herencia del empresario. De hecho, la ley panameña impide que realice actividades con fines de lucro.

Y si bien se constituyó en Panamá, los activos fueron puestos bajo custodia del banco privado Andorra Bank Agricole Reig S.A. (Andbank), ubicado en el país del mismo nombre, también considerado un paraíso fiscal.

Esta última entidad bancaria también tiene bajo custodia los activos de otras fundaciones creadas un mes después. Se trata de Kookie International Foundation y Pulichulis Foundation.

En el caso de la primera, su protectora es Betina Friedman, cónyugue del empresario. Mientras que la segunda fundación tiene como principales beneficiarios a sus tres hijos.

Aunque, su esposa también está incluida puesto que se estableció que recibirá el 25% de las ganancias netas anuales, pero que estarán destinadas de manera exclusiva a la educación de sus hijos.

De acuerdo a la investigación, de esta forma los herederos del filántropo recibirán pagos a medida que vayan cumpliendo años. De esta forma, al llegar a los 21 años, recibirán un millón de dólares. Y así, otros pagos al cumplir 25, completando un total de cuatro pagos más, cada 5 años.

Los montos iban de 1,5 millones de dólares, a los 4 millones al cumplir los 40 años.

Los impuestos

Si bien el procedimiento se enmarca dentro de la legalidad panameña, el detalle es que al no haberlo hecho en nuestro país, Farkas evitó pagar impuestos por sucesiones patrimoniales, que alcanzan hasta el 25% en algunos casos.

Al respecto, su abogado, Juan Ignacio Correa, sostuvo que Farkas no les transfirió fondos ni tampoco operaron esas fundaciones, sino que simplemente se constituyeron.

“El motivo de su no utilización fue que LF decidió no usarlas y, además, hacer sus donaciones a título personal. Hoy esas fundaciones no existen”, sentenció, información que fue confirmada por la investigación periodística.

Sin embargo, hay otra sociedad anónima panameña vinculada a Farkas creada en 2008 en Suiza, llamada Postalin. Y si bien se desconoce quién la creó, en 2017 fueron canceladas 10 mil acciones al portador y emitidas al beneficiario, que era Con Suerte Foundation.

Consultado por esta otra arista, el abogado Correo desmintió algún vínculo. “LF desconoce la existencia de esa sociedad”, aseveró.