La tarde de este lunes, jornada en la que se iniciaría la primera sesión de la Convención Constituyente, se suspendió por problemas técnicos y de protocolo, según denunciaron los propios constituyentes.

La ceremonia debía partir a las 15:00 horas, sin embargo, tras casi dos horas de retraso, nunca inició producto de los problemas presentados. Además, parte de los integrantes de la Convención acusan que no están las condiciones sanitarias para sesionar.

Finalmente, la sesión se realizará mañana martes 6 de julio, a las 10:00 horas.

Ruggerio Cozzi, constituyente de RN, responsabilizó a la mesa recién electa por este hecho. “En estos momentos estamos viendo una improvisación increíble de la presidencia y vicepresidencia de la CC. Nos citaron a una sesión que no se puede realizar (…) condiciones sanitarias y técnicas impresentables. Y para colmo, a puertas cerradas”, dijo.

Sin embargo, otra parte de los constituyentes apuntaron al Gobierno como responsable de esta situación, argumentando que no fueron capaces de establecer las condiciones mínimas para su funcionamiento, tales como la instalación de pantallas, equipos de audio adecuados y habilitación de salas.

Uno de los nombres que más se ha escuchado entre los constituyentes es el de Francisco Encina, en su calidad de secretario ejecutivo de la Convención. Las tensiones al interior del ex Congreso Nacional han escalado a tal punto que hasta se pide la renuncia de la autoridad, cuya función es ayudar en la administración y orgánica del funcionamiento del proceso.

La constituyente Bárbara Sepúlveda, de Apruebo Dignidad, manifestó que “854 millones de pesos para habilitar el ex Congreso y hoy se suspende la tan esperada primera sesión por falta de audio, conexión a internet, habilitación de micrófonos, etc. Vergonzosa la gestión de Encina (secretaría técnica), a quien se le pagan 7,5 millones por trabajar”

Durante esta jornada, por temas de aforo, se habilitó el Salón Plenario del ex Congreso Nacional para que estuvieran presentes 80 constituyentes. Además, debían abrirse tres salas más pequeñas, para que hubiera 25 integrantes de la Convención en cada una de ellas.

Sin embargo, según lo reportado por parte de los miembros del órgano, estas últimas locaciones no tenían los elementos tecnológicos necesarios para comunicarse con los otros escenarios, despertando las críticas de los participantes.