Una movida jornada de jueves se vivió en medio de la crisis que vive la Iglesia Católica chilena, por muchos casos de abusos sexuales -gran parte contra menores- que han protagonizado sus representantes.

Tres horas duró el interrogatorio del sacerdote Cristián Precht, quien declaró como imputado por encubrimiento.

En tanto, el Arzobispado de Santiago informó de una nueva investigación por estos ilícitos, esta vez, supuestamente cometidos por un discípulo del cura Fernando Karadima.

Se conoció además un mensaje del cardenal Ricardo Ezzati en el que habla de una carta del papa Francisco, donde explicaría que no se refirió a delitos con su crítica a la iglesia chilena y la “cultura del encubrimiento”.

Precht

El exvicario Cristián Precht concurrió a la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones para prestar declaraciones ante el fiscal Guillermo Adasme, que forma parte del equipo que encabeza el fiscal metropolitano sur, Raúl Guzmán.

La diligencia fue en calidad de imputado, como presunto encubridor de delitos sexuales contra menores que habría protagonizado el sacerdote del obispado castrense Pedro Quiroz Fernández.

El fiscal Adasme no quiso dar mayores detalles de la diligencia, pero confirmó que Precht colaboró.

“Concurrió en calidad de imputado respecto de su conocimiento de hecho a propósito del cargo que ejerció en el periodo de 2000 a 2009 como vicario de la Zona Sur. Él prestó declaración gentilmente como ya lo ha hecho en otras oportunidades”, precisó.

Ayer la cuarta sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, en fallo unánime, rechazó un recurso de amparo presentado a favor de Precht en contra de la medida cautelar del arzobispado que le fijó su domicilio en Santiago en la investigación previa que se sigue en su contra.

Su abogado, Luciano Foulliaux, anunció que recurrirán a la Corte Suprema.

“Lo que hemos escuchado, en torno a que es una mera recomendación, es un lingüismo que no se compadece con la realidad procesal. Apelaremos a la Corte Suprema, estamos haciendo uso solamente de la institucionalidad interna judicial chilena, no es más que eso”, dijo.

Cristian Precht y Ricardo Ezzati | Sebastián Rodríguez | Agencia UNO
Cristian Precht y Ricardo Ezzati | Sebastián Rodríguez | Agencia UNO

“El bosque de Karadima”

En tanto, el lunes recién pasado se abrió una investigación previa que afecta al presbítero Diego Ossa Errázuriz, un discípulo de Karadima, por dos denuncias de abuso sexual y de autoridad, que habrían ocurrido antes de 2005, cuando una de las personas denunciantes declara haber sido menor de edad.

El arzobispado informó, que una presunta víctima de Ossa, Óscar Osbén Moscoso, solicitó revisar su caso, el que fue investigado y enviado a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Ossa fue apartado del oficio de vicario parroquial de la comunidad Nuestra Señora de la Paz; no puede realizar actos públicos propios del ministerio sacerdotal y se fijó su residencia.

En un comunicado, el sacerdote se declaró inocente “declaro enérgicamente que jamás he incurrido en alguna conducta impropia ni he cometido actos contrarios a mi ministerio. En lo inmediato, he apelado a las medidas cautelares que se me han impuesto, las que considero suponen una condena anticipada y son lesivas contra mi honra”.

Ezzati y la carta del Papa

Ayer también se conoció un mensaje contenido en diez páginas, donde el arzobispo de Santiago, el cardenal Ricardo Ezzati, saluda en la Jornada de Planificación Arquidiocesana.

Ahí reveló una carta que le envió el papa Francisco, donde responde a sus dudas sobre la cultura del encubrimiento de la que habló en la misiva que envió a los obispos chilenos tras reunirse con ellos el 8 de abril pasado en Roma (“al Pueblo de Dios que peregrina en Chile”, en donde aseguró que “la cultura del abuso y del encubrimiento es incompatible con la lógica del Evangelio”).

Ezzati explicó que más que ilícitos, el Papa se quiso referir sobre el encubrimiento como una crítica a lo elitista de la iglesia chilena.

“En la carta, el santo padre me dice, en primer lugar, yo me refiero cuando hablo de cultura de encubrimiento, a lo que le ha pasado a la iglesia de Chile. Una iglesia que lastimosamente ha puesto a una elite como criterio de fecundidad, de desarrollo de si mismo. Y ha olvidado que la iglesia es pueblo santo fiel de Dios y que en él todos tienen una participación”, relató Ezzati.

El vocero de las víctimas de la congregación Marista, Jaime Concha, acusó al cardenal de usar un juego de palabras.

Son juegos de palabras, en lo cual ellos son expertos
- Jaime Concha

“A través del informe Pensilvania sabemos las técnicas que ha usado la iglesia, que usan los obispos para encubrir. Una es la de cambiar las palabras, los juegos semánticos que a Ezzati le encantan, así también de hablar de verdades a medias, el de mentir, el de negar, de cambiar la realidad. Entonces, no es más que eso”, acusó.

Los denunciantes de casos de delitos sexuales que habrían protagonizado hermanos maristas y sacerdotes ligados a la orden crearon una Corporación llamada Nunca Más Solos que dará asesoría a quienes sean víctimas y trabajará en la prevención de este tipo de ilícitos.

Esta nota se elaboró con información del periodista de Radio Bío Bío de Santiago, Erik López.