Los conservadores británicos perdieron ampliamente su mayoría en dos de los tres escaños en juego en unas elecciones parciales especialmente reñidas, a un año de las elecciones generales en el Reino Unido. Sin embargo, conservaron por poco la circunscripción del ex primer ministro Boris Johnson.

Estas elecciones parciales se consideran un indicador del próximo periodo electoral, tanto para la mayoría conservadora, que se encuentra en su punto más bajo en las encuestas tras 13 años en el poder, como para la oposición laborista, que sueña con Downing Street en 2024.

Se esperaba que el primer ministro Rishi Sunak se convirtiera en el primer jefe de Gobierno en perder tres escaños en un solo día, pero se libró de ello gracias a la sorprendente victoria de su formación en la ex circunscripción londinense de Boris Johnson, donde se esperaba que ganaran los laboristas.

Dos importantes derrotas

Los tories sufrieron dos duros reveses en las otras circunscripciones en juego: en Somerton y Frome, en el suroeste, la candidata liberal-demócrata Sarah Dyke desbancó a la conservadora titular por más de 11.000 votos.

En Selby y Ainsty, en el norte de Inglaterra, los laboristas lograron derrocar a los conservadores, que hasta entonces habían mantenido una mayoría de más de 20.000 votos. Los laboristas ganaron con una mayoría de más del 23%, uno de los mayores márgenes jamás registrados.

El vencedor, Keir Mather, de 25 años, declaró en un discurso tras los resultados que hacía “demasiado tiempo que los conservadores, aquí y en Westminster, nos abandonaron”.

El líder laborista Keir Starmer saludó “un resultado histórico que demuestra que la gente ve a los laboristas como un partido que ha cambiado”.

Un escaño salvado por los pelos en tiempos de crisis

En Uxbridge y South Ruislip, en el oeste de Londres, los conservadores mantuvieron por poco el escaño en juego (13.965 votos frente a 13.470) después de que el ex primer ministro Boris Johnson renunciara al Parlamento en junio pasado.

A pesar de estar bien situados, los laboristas sufrieron la impopular próxima ampliación del impuesto sobre vehículos contaminantes, decidida por la alcaldía laborista de Londres, el “problema número uno” de la circunscripción según el recién elegido Steve Tuckwell.

Se trata de una “noticia fantástica” que “demuestra que los conservadores pueden ganar en Londres y sus alrededores”, declaró Boris Johnson.

Con dos grandes derrotas, las elecciones vistas como una prueba no son buenas para el Gobierno conservador.

El propio Rishi Sunak admitió el miércoles por la noche ante los diputados de su partido que las elecciones se perfilaban como una “dura batalla”, en un momento en que la inflación registrada desde hace más de un año, pese a ralentizarse hasta el 7,9% en junio, ha minado el poder adquisitivo de los hogares y alimentado numerosas protestas de descontento social.