Las autoridades de Nueva Zelanda pidieron a los residentes en la costa norte que se alejen de las playas y de la primera línea de mar ante la posibilidad de tsunamis, tras un sismo de magnitud 7,7 en el sur del Pacífico este miércoles.

El terremoto ha derivado en la activación de la alerta de tsunami en la zona, en previsión de que pueda aumentar el nivel de las aguas, si bien no se tiene constancia de que los temblores hayan provocado daño alguno.

“Preveemos que las áreas costeras de Nueva Zelanda experimentarán fuertes corrientes inusuales e impredecibles” tras el sismo que sacudió las islas de la Lealtad y Nueva Caledonia.

Por su parte, el sistema de alerta de tsunamis de Estados Unidos ha emitido avisos para Vanuatu y Fiyi, ante la posibilidad de que el nivel del agua pudiese subir hasta un metro.

El epicentro se situó el suroeste de las islas, a 10 km de profundidad, según el Instituto Geológico de Estados Unidos.

Después del terremoto han habido al menos seis réplicas con magnitudes superiores a 5 en la escala de Richter.