Líderes internacionales han expresado su preocupación en la COP28 por las crecientes consecuencias del cambio climático en todo el mundo. En tanto, India, tercer mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero, se ofreció para acoger la COP33.

Es por lo anterior que han urgido a los países reunidos en la XXVIII Cumbre del Clima de la ONU que se celebra en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) a acelerar la acción y eliminar la brecha existente en la realidad y las promesas de mitigación, adaptación y financiación.

El rey Carlos III del Reino Unido deseó “con todo el corazón” que COP28 suponga un “punto crítico de inflexión” hacia una acción transformadora genuina en un momento en el que se están viendo cómo los hitos avisados por los científicos se están alcanzando.

Durante su intervención en la sesión inaugural del segmento de alto nivel señaló cómo ha pasado una “gran proporción” de su vida tratando de avisar de las amenazas existenciales que enfrenta el planeta como el calentamiento global o la pérdida de biodiversidad. Si bien reconoció los progresos importantes logrados, mostró su preocupación porque el mundo se quede atrás.

India se ofrece para acoger la COP33

El presidente de India, Narendra Modi, ofreció su país para albergar la COP33 en 2028. El tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero reafirmó su objetivo de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2070 y aseguró que está en el camino para alcanzar un 50% de energía limpia en esa fecha.

Modi hizo un llamado a una transición energética “justa, inclusiva e igualitaria” y recordó a las decenas de líderes globales actuales que el cambio climático ha sido causado por unos pocos países desarrollados.

“Durante el pasado siglo una pequeña porción de la humanidad ha explotado indiscriminadamente la naturaleza”, expresó el presidente de India, quien hizo hincapié en que “sin embargo la humanidad entera está pagando este precio, especialmente la gente que vive en el sur global”.

Una enfermedad que los líderes pueden curar

Previamente intervino el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien definió el cambio climático como una “enfermedad” que “solo” los líderes internacionales “pueden curar”.

Guterres sostuvo que los efectos del cambio climático, como el deshielo en la Antártida o los hielos de Nepal, los deslizamientos de tierra, las inundaciones o el aumento del nivel del mar, son “síntomas de una enfermedad”.

“Una enfermedad que solo ustedes, líderes globales pueden curar”, manifestó.

En un mensaje positivo, argumentó que “no es demasiado tarde” y que es posible prevenir el desastre planetario, porque existen las tecnologías para lograrlo y evitar el “peor caos climático” si se actúa ahora.

Sin embargo, frente a ese “caos climático”, dijo que la acción climática puede cambiar esta tendencia y que las energías renovables son “buenas” para el planeta, la salud y la economía para afrontar una demanda de energía creciente y conectar a millones de personas a una electricidad asequible. “La energía renovable nunca ha sido más barata”, apuntó.

En su intervención, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, animó a que más países se sumen a los mercados del carbono para “unir fuerzas” frente al cambio climático y ofreció la experiencia de la propia Unión Europea para ayudar a otros socios a ponerlos en marcha en el marco de la cita climática internacional.

“Todos lo sabemos: si queremos mantener el calentamiento global por debajo del punto de inflexión de 1,5 grados, tenemos que reducir las emisiones globales. Y hay una forma de hacerlo, al tiempo que se fomenta la innovación y el crecimiento. ¡Poner precio al carbono!”, destacó Von der Leyen en el discurso de apertura del acto sobre mercados de carbono.

La líder alemana explicó que la tarificación del carbono “empuja al sector privado hacia la innovación”, al tiempo que hace que los grandes contaminadores paguen un precio “justo”, lo que genera unos ingresos que pueden reinvertirse en la lucha contra el cambio climático, en innovación y en una transición justa.