Más de 70 años después del final de la Segunda Guerra Mundial, la justicia alemana condenó este viernes a un ex guardia de Auschwitz, Reinhold Hanning, a cinco años de prisión, un veredicto que podría ser el último por los crímenes nazis.

El tribunal reconoció al antiguo SS de 94 años culpable de “colaboración” en la muerte de 170.000 personas. “Él sabía que en Auschwitz se asesinaba a diario a gente inocente en las cámaras de gas”, consideró en su decisión el tribunal de Detmold, que decidió aplicar una pena inferior a los seis años que pedía la acusación.

Durante el juicio, el acusado expresó su arrepentimiento.

“Me avergüenzo de haber dejado que esto sucediera y de no haber hecho nada para impedirlo”, declaró en una confesión leída por sus abogados, rompiendo con décadas de silencio.

La decisión del tribunal se dio a conocer en el gran vestíbulo del edificio, habilitado especialmente como sala de audiencia debido a la gran afluencia mediática y a la presencia de las partes civiles llegadas de Estados Unidos, Canadá e Israel.

El presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald S. Lauder, dio la bienvenida en un comunicado a la decisión de la justicia. “Ha obtenido la sentencia que merecía”. Sin embargo, Lauder lamentó que este juicio haya tenido lugar tantas “décadas después”.

Para los sobrevivientes del Holocausto y los descendientes de las víctimas, este juicio es “un gran paso, aunque tardío” en “el examen completo de los asesinatos masivos en Auschwitz”, indicaron sus abogados en un comunicado difundido antes del veredicto.

Se trata de la primera sanción de la justicia al papel desempeñado por un SS en “las diferentes formas de exterminio”, las cámaras de gas, las ejecuciones sumarias y el asesinato “por las condiciones de vida”, sobre todo por la desnutrición, recalcaron.