Molestia generó en Israel el hecho de que Estados Unidos no vetara la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para un alto al fuego en Gaza. Incluso, esto llevó a que Benjamín Netanyahu cancelara un viaje de sus principales asesores a Washington.

“Fue un mensaje a Hamás”, dijo el primer ministro de Israel después de tomar la decisión de no enviar una delegación encabezada por dos de sus principales asesores a Estados Unidos.

“La decisión que tomé de no enviar la delegación a Washington, tras la decisión del Consejo de Seguridad, fue un mensaje a Hamas de que no confiarán en esa presión internacional. No funcionará”, afirmó el primer ministro en una reunión con el senador estadounidense Rick Scott, de visita en Israel.

La abstención de EE.UU en la ONU tensó la relación entre estos dos aliados tradicionales. A esto se debe sumar el escenario interno norteamericano: con unas elecciones presidenciales que se acercan a pasos agigantados, la administración de Biden tiene conciencia de que un apoyo irrestricto a Israel podría enlodar su eventual reelección.

¿Cómo están las relaciones de EE.UU e Israel?

Pedro Iacobelli, director del Instituto de Historia de la Universidad de los Andes, asegura que no hay “una quitada de piso” por parte de EE.UU hacia Israel. Por el contrario, remarca, “hay un compromiso muy fuerte”.

“El Consejo de Seguridad de la ONU está compuesto por 15 miembros, de los cuales cinco son permanentes y diez son temporales. Estos diez miembros temporales propusieron una resolución que indicaba lo siguiente. Uno, un cese al fuego durante el periodo de Ramadán, que es una celebración espiritual del mundo musulmán en donde se ayunan, en donde la vida de las personas cambia sensiblemente”, señala a BioBioChile.

“Luego la propuesta indicaba que tenía que haber una liberación inmediata de los rehenes, y por último hacía un llamado a que se facilitara y se hiciera más expedita la llegada de ayuda humanitaria a las personas en la Franja de Gaza”, agrega.

“Estos tres puntos se condicen con la posición de Estados Unidos en general a lo largo del conflicto. Uno, que es apoyar la ayuda humanitaria a esta parte de Palestina, y algo muy sensible en Estados Unidos es el respeto a las creencias religiosas y en este sentido, el cese al fuego durante el mes de Ramadán no es mal visto”, puntualiza.

“De hecho, la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, apoyaba la causa. Y esta resolución fue apoyada entonces por los diez países no permanentes que la presentaron y cuatro de los cinco miembros permanentes”, complementa.

En cuanto a lo ocurrido en la ONU, Iacobelli afirma que lo que hizo Estados Unidos fue abstenerse en la votación justamente como apoyo a Israel. “Entonces, aquí la prensa tiene que ser cuidadosa en cómo marca esto. En paralelo, Estados Unidos está muy metido en lo que es el conflicto, participa de las conversaciones con Qatar y Egipto”, precisa.

“Actualmente hay una mesa de negociación patrocinada por Washington, en donde participan israelitas y miembros de Hamás. La resolución fue criticada por Israel por cuanto no hay una condena hacia Hamás. No porque llame a un cese al fuego durante un mes religioso, sino porque no hay una condena a Hamás, y el Consejo de Seguridad, dicen los israelitas, no se ha manifestado en contra del ataque del 7 de octubre, el que da inicio a este último conflicto”, dice.

“En Estados Unidos no hay una quitada de piso, hay un compromiso con Israel muy fuerte. De cierta manera, las imágenes del ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre se vinculan con el ataque a las Torres Gemelas del 2001, un ataque artero contra población civil. Entonces, en ese sentido no hay un menor apoyo por parte de Estados Unidos hacia Israel”, sostiene.

“Lo que hay dentro del Consejo de Seguridad es una postura muy mayoritaria a trabajar por un cese del fuego permanente, no solamente para el mes de Ramadán. Esta fue la propuesta que ni más ni menos planteó Rusia. Entonces, en ese sentido, hay voces cada vez mayores que buscan que la ONU se manifieste a favor de un cese al fuego permanente”, argumentó.

“Ahora, las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU deberían cumplirse y acatarse, aunque en este caso en medio de una guerra puede puede que sea un poco más complicado”, detalló.

Por su parte, Gilberto Aranda, académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, señala que Estados Unidos -aliado histórico de Israel- y varios países europeos están empezando a tomar otra posición respecto a Israel.

“Lo de la FIDAE (cancelación de su participación por parte del gobierno chileno) me parece que también hay que enmarcarlo dentro de una posición de muchos países que están haciéndole notar a Netanyahu su desacuerdo con la política que ha llevado respecto a Gaza”, asevera.

“Esto es histórico, porque después de 45 resoluciones del Consejo de Seguridad, que no fueron elaboradas por Estados Unidos, por primera vez Washington no veta a la resolución. Esto significa el quiebre del bipartidismo histórico, es decir, había un consenso bipartidista -republicanos y demócratas- respecto al apoyo prácticamente incondicional a Israel y se ha roto”, plantea.

“Esto no es una cosa solamente de Biden. Chuck Schumer, líder de los demócratas en el Congreso, ha dicho que Netanyahu es un obstáculo a un proceso de paz”, dice.

Aranda cree que actualmente hay un punto suspensivo entre la actual dirigencia política de Estados Unidos e Israel. “Hay un desacuerdo profundo, no respecto al derecho de Israel a defenderse, eso todo el mundo lo reconoce y Estados Unidos es el primero, sino que hasta donde ha llevado las cosas en la actualidad, que es básicamente no dejar ingresar ayuda humanitaria e insistir en lo que podríamos decir el despliegue en Rafah”, menciona.

“(Israel) le dijo a toda la Franja de Gaza que se trasladaran hacia el sur, hacia Rafah, y ahora que están todos básicamente hacinados en Gaza, están diciendo que también va a entrar a esa zona. Para ese punto no tiene el respaldo de Estados Unidos y el problema es que Washington lleva semanas preguntándole a Netanyahu cuál es el plan del día después. Y Netanyahu no lo tiene. Esa es la verdad, no lo tiene”, asevera.

“Y al mismo tiempo, si él se sale, la coalición se desagrega y probablemente va a ser un gobierno más bien de centro derecha o de centro el que lo reemplaza. Lo único que une a la coalición en Israel hoy día es Netanyahu, la coalición disímil de derechas y ultraderechas”, asegura.

Aranda señala que lo ocurrido en la ONU es histórico, advirtiendo eso sí una confusión diplomática de parte de Washington. “La embajadora de Estados Unidos dijo que la resolución no era vinculante pero estas resoluciones del Consejo de Seguridad son vinculantes”, menciona.

“Otra cosa es que a veces no se acaten, pero teóricamente son obligatorias y yo entiendo que esto es un impasse en Estados Unidos que también obedece a la política doméstica. Hay muchos votantes demócratas de una línea más progresista que están descontentos y que no han ido a votar o se abstuvieron en primarias precisamente por el asunto de Gaza”, remarca.

“Es un tema complejo y marca ciertamente un punto de inflexión en esta alianza histórica entre Estados Unidos e Israel. Yo no digo que se va a romper, pero de alguna manera notifica diplomáticamente el desacuerdo con los últimos eventos por parte de Estados Unidos a Israel”, concluye.