Estados Unidos se unió el martes a Israel al denunciar “posibles actividades nucleares no declaradas” por parte de Irán, socavando los intentos liderados por Europa para salvar un acuerdo multinacional.

Irán denunció las declaraciones formuladas el lunes por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien acusó a Teherán de construir y luego destruir un sitio nuclear destinado a la fabricación de armas que hasta ahora había permanecido oculto.

Sin hacer referencia a Netanyahu, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, instó a Irán a cumplir con el organismo de control nuclear de la ONU, la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA).

“La falta de cooperación plena del régimen de Irán con el Organismo Internacional de Energía Atómica genera dudas sobre posibles actividades o materiales nucleares no declarados”, dijo Pompeo en Twitter.

“Le vamos a negar al régimen todas las vías para hacerse con un arma nuclear”, dijo el secretario de Estado.

Las nuevas acusaciones se dan en un momento políticamente cargado, con el presidente francés Emmanuel Macron liderando los esfuerzos para salvar un acuerdo nuclear suscrito en 2015 que ya no cuenta con la participación de Estados Unidos.

Macron propuso una cumbre entre Trump y las autoridades iraníes, iniciativa que despertó el interés del magnate convertido en presidente, pero a la que Netanyahu se opone rotundamente.
El primer ministro enfrentará elecciones legislativas la próxima semana y ve a Irán como una amenaza existencial.

En un discurso televisivo en vivo, Netanyahu mostró imágenes de un supuesto sitio cerca de Abadeh, al sur de Isfahan, en el centro del país, donde Irán habría realizado experimentos para desarrollar armas nucleares.

En respuesta, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, señaló que Israel tiene un programa nuclear secreto, pero ampliamente conocido.