Al menos cuatro personas murieron este lunes en el sur de Filipinas, mientras se desarrolla la elección de autoridades locales, donde participan millones de personas.

Los comicios se dan en medio de una ola de violencia que lleva tres meses, enmarcada justamente en estas elecciones.

Por esta razón, las fuerzas de seguridad estuvieron en alerta en todo el país, donde más de 336.000 cargos de concejales están en disputa.

Dos personas murieron y cinco resultaron heridas el lunes en un tiroteo frente a un centro de votación en Maguindanao del Norte, en la isla sureña de Mindanao, informó la policía.

El incidente ocurrió en una confrontación entre seguidores de candidatos rivales, indicó Esmail Madin, jefe de la policía del municipio de Datu Odin Sinsuat.

En otro incidente en Mindanao, una mujer murió en un tiroteo luego de que un vehículo que transportaba a una dirigente local y sus simpatizantes fue detenido en la carretera por seguidores de su rival en la provincia de Lanao del Norte, según el ejército.

El último fallecido fue un hombre de la provincia de Lanao del Sur, quien recibió un disparo en el pecho durante una disputa política.

Los puestos locales son disputados arduamente porque los partidos los utilizan para fomentar redes comunitarias y generar bases de apoyo para las elecciones locales y generales.

Los comicios a nivel de “barangay” o barrio -la unidad gubernamental de nivel más bajo- son históricamente los más violentos de Filipinas, registrando en cada ocasión varios altercados y sangrientos enfrentamientos entre los clanes rivales que dominan las diferentes regiones del país.