La universidad más antigua de Hong Kong retiró en la noche del miércoles al jueves una estatua en memoria de las víctimas de la plaza Tiananmen en Pekín, en el último revés a las libertades de esta ciudad.

La universidad más antigua de Hong Kong retiró en la noche del miércoles al jueves una estatua en memoria de las víctimas de la plaza Tiananmen en Pekín, en el último revés a las libertades de esta ciudad. La retirada se produce pocos días después de la celebración de elecciones en la isla, cuyo nuevo sistema limitó todavía más el número de representantes elegidos por sufragio directo.

El Consejo de la Universidad de Hong Kong, una institución dependiente de las autoridades de la región semiautónoma, confirmó la retirada de la escultura, una decisión que tomó “basándose en consejo legal externo y una evaluación de riesgos”, según un comunicado.

La exhibición de la estatua podría “conllevar riesgos legales”, según el Consejo, que citó además la preocupación por “problemas de seguridad causados por la fragilidad de la escultura”.

La estatua de ocho metros de altura, llamada ‘Pillar of Shame’ (Pilar de la vergüenza), se erigió en el campus en 1997, año en el que Hong Kong dejó de estar bajo control británico. Su autor, el danés Jens Galschiøt, calificó la retirada de un ataque “contra la propiedad privada” y a Hong Kong como “un lugar brutal sin leyes que protejan a la población, al arte o a la propiedad privada”.

El artista aseguró en la red social Twitter que ha tratado de ponerse en contacto con las autoridades del territorio para comunicarles que la escultura es de su propiedad y advertirles que pedirá una indemnización por cualquier daño que sufra.

Según Galschiøt, la obra era un préstamo a la Alianza de Hong Kong en Apoyo de los Movimientos Patrióticos Democráticos de China, asociación que organizó anualmente vigilias en recuerdo de las víctimas de Tiananmen entre 1990 y 2019.

La noche del 3 al 4 junio de 1989, soldados y tanques del Ejército de Liberación Popular chino se abrieron paso de forma violenta hasta las inmediaciones de Tiananmen, donde se manifestaban desde hacía varias semanas cientos de miles de estudiantes universitarios y trabajadores por el fin de la corrupción y en favor de una mayor apertura política. El número de muertos es todavía desconocido, y oscila entre unos cientos y varios miles, dependiendo de la fuente.