Perú tiene desde este jueves su sexta reserva indígena, creada para proteger a las poblaciones en aislamiento voluntario y en contacto inicial de la etnia cacataibo, una de las más amenazadas en los últimos meses por el narcotráfico, que ha asesinado a varios de sus miembros.

La Reserva Indígena Kakataibo Norte y Sur abarca casi 150.000 hectáreas entre las regiones selváticas de Loreto, Huánuco y Ucayali.

Se trata de una de las zonas de Perú con mayor proliferación de cultivos ilícitos de hoja de coca, materia prima para fabricar cocaína. Se trata de un lugar donde el narcotráfico invade territorios indígenas.

La nueva reserva fue creada mediante un decreto del Gobierno después que el Ministerio de Cultura realizase una análisis de la zona.

El Ministerio de Cultura implementará un sistema de control y alerta temprana ante las amenazas a la vida e integridad de este pueblo. Esto incluirá patrullas fluviales y terrestres, así como vigilancia aérea.

Aislamiento voluntario

Dentro de las reservas indígenas y territoriales establecidas por Perú habitan pueblos indígenas en aislamiento voluntario.

Los indígenas en aislamiento voluntario son aquellas poblaciones nativas que, tras haber tenido contacto en algún momento con la sociedad occidentalizada, ha decidido continuar viviendo en los bosques. Sin relacionarse con el resto del mundo.

Su condición de aislamiento voluntario los hace vulnerables al contagio de enfermedades y a diversas actividades que ponen en peligro su vida.

Los indígenas en contacto inicial son aquellas poblaciones nativas que han decidido mantener relaciones estables con el resto de la sociedad.

Lo anterior supone un proceso donde ellos marcan el tiempo y la forma de las interacciones.

El Estado peruano tiene reconocidos 20 PIACI, cuya población total se estima en 7.000 personas, de ellas 4.900 en situación de aislamiento y 2.100 en contacto inicial, en las regiones de Cusco, Madre de Dios, Ucayali, Loreto y Huánuco.