México se aproxima a los 200.000 fallecidos por covid-19 pese a completar nueve semanas con cifras a la baja, una tendencia que sin embargo no disipa el temor a una nueva ola de contagios.

La secretaría de Salud contabilizaba hasta el miércoles 199.627 muertes, que convierten al país en el tercero más enlutado en números absolutos después de Estados Unidos y Brasil.

Con 126 millones de habitantes, la tasa de letalidad de México es la decimoséptima por 100.000 personas. Los contagios superan los 2,2 millones.

Lejos quedaron las previsiones del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que de un estimado inicial de 8.000 decesos pasó a 35.000 y luego a 60.000 en un escenario “catastrófico”.

“Imaginé que iba a ser peor de lo que estaban suponiendo(…), pero resultó mucho más letal”, dijo a la AFP Alejandro Macías, epidemiólogo que en 2009 dirigió la estrategia contra el virus H1N1.

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Tercera ola

Según las autoridades, México acumula nueve semanas con la curva en descenso, tras la pesadilla vivida en enero cuando se rompieron los récords de fallecidos e infecciones, y los hospitales, sobre todo de la capital y su zona metropolitana, se desbordaron.

“Estamos en una relativa calma (…), en los hospitales ya hay más camas disponibles, se encuentra oxígeno porque ya no hay esas reuniones y fiestas” de fin de año, explica Macías.

Reacio a hacer nuevos pronósticos, Hugo López-Gatell, vocero de la estrategia contra el coronavirus, advierte sobre el riesgo de una nueva ola de contagios cuando millones de mexicanos se preparan para las vacaciones de Semana Santa.

“No existe ninguna certeza, ni en México ni en el mundo, de que una curva epidémica irá descendiendo progresivamente”, asegura el funcionario.

Macías tampoco descarta un repunte tras el asueto, si bien las ceremonias religiosas están restringidas. También plantea la posibilidad de que parte de la población mexicana haya desarrollado cierta inmunidad.

“El mundo está en una tercera ola. Quizá pocos países han tenido la intensidad que tuvo México en la segunda, (por lo que) el virus tendría menos gente que infectar”, señala.

Vacunas con cuentagotas

López Obrador, quien padeció covid-19 a inicios de febrero, enfrenta críticas por lo que algunos consideran medidas laxas contra la pandemia, y por relativizar la efectividad del cubrebocas.

El mandatario izquierdista alega que en su gobierno nada se impone por la fuerza y reivindica que México fue de los primeros países latinoamericanos en iniciar la campaña de vacunación, el 24 de diciembre, con los médicos que están en la primera línea del combate a la epidemia.

Su administración ha invertido unos 3.600 millones de dólares en la lucha contra el coronavirus.

“Vamos para abajo ya de la segunda ola, entonces tenemos que aprovechar a vacunar para que si se viene una tercera, ya nos agarre protegidos”, comentó días atrás el presidente, que mantiene altos índices de popularidad.

Pero en medio de la rebatiña mundial por los biológicos, éstos llegan a cuentagotas, aún falta por vacunar personal sanitario y la meta de cubrir a las personas de la tercera edad antes de mayo se ve lejana. En tres meses se han aplicado casi 10 millones de dosis.

“Para que haya una verdadera vacunación masiva, necesitamos tener diez millones de vacunas mensuales, como se estableció en un principio. El programa de vacunación se ha descarrilado”, subraya Macías.

AFP

En tanto, la economía, que tuvo una caída histórica de 8,5% en 2020 debido a la pandemia, parece reflotar. Este mes, el banco central revisó al alza su estimado de crecimiento para 2021, que ahora ubica en un rango de 3,3% a 4,8%.

Pese a la intensidad de la segunda ola, las autoridades evitaron un cierre casi total como el decretado hace un año. Aunque con restricciones, numerosos sectores de la economía están activos.

“Con más de la mitad de los mexicanos en el sector informal, es complicado decirles ‘no salgas’, la gente necesita dinero para vivir. Pero no hay que bajar la guardia”, apunta Macías.