El órgano electoral de Bolivia ratificó este jueves el próximo 18 de octubre como fecha de las elecciones generales, tras su aprobación en el Congreso y promulgación por el gobierno, mientras persisten en todo el país los cortes de ruta de movimientos sociales.

“El Tribunal Supremo Electoral ha aprobado por unanimidad la Resolución 205 que confirma y establece el domingo 18 de octubre de 2020 como fecha definitiva, inamovible e impostergable de la jornada electoral”, dijo su presidente, Salvador Romero.

Expresó su convencimiento de que “progresivamente las movilizaciones irán cediendo, ofreciendo la paz que anhelamos todos”.

Aprobada por el Congreso y promulgada por la presidenta transitoria Jeanine Áñez este jueves, la ley establece que los comicios no podrán ser más allá del 18 de octubre.

La nueva norma legal es el resultado de las presiones de movimientos sociales vinculados al expresidente Evo Morales (2016-2020), que exigen que se produzcan nuevas prórrogas de los comicios, fijados originalmente para el 3 de mayo y postergados tres veces por la pandemia del coronavirus.

Estos grupos consideran que las postergaciones sólo perjudican al candidato presidencial izquierdista Luis Arce, el delfín de Morales, quien encabeza los sondeos de voto por encima del exmandatario de centro Carlos Mesa y de la propia Áñez.

Para defender su causa, vecinos, campesinos e indígenas afines a Morales, comenzaron el lunes cortes de rutas en todo el país, que afectan el transporte de insumos médicos en medio de la pandemia.

El viceministro de Régimen Interior, Javier Issa, en una temprana evaluación, aseguró que “los bloqueos se han reducido”, con pronóstico alentador, aunque al caer el día persistían las protestas en las vías.

Contra toda previsión, los mismos movimientos sociales que exigían la ley se declararon insatisfechos con su aprobación.

“Hoy hemos sufrido una traición, esta ley jamás se ha consensuado con el pueblo boliviano, nunca se nos ha tomado en cuenta”, declaró el líder de la Central Obrera Boliviana (COB), Carlos Huarachi.

El sindicalista afirmó que el gobierno y el parlamento se abocaron solamente a resolver el tema electoral y que no atendieron otros reclamos como la reactivación económica, la educación y medidas contra la pandemia.

Huarachi no hizo mención en su conferencia de prensa sobre los cortes de ruta, que se mantienen en varios departamentos del país, como La Paz, Oruro (oeste), Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este).

“Renuncia de Áñez”

En medio de los conflictos, el líder aymara radical Felipe Quispe Huanca aseguró que los indígenas de los Andes no suspenderán sus protestas y exigió la dimisión de la presidenta.

“Pedimos la inmediata renuncia de la presidenta Jeanine Áñez”, afirmó.

Quispe integró una guerrilla a principios de la década de 1990 junto a Álvaro García Linera, quien fue vicepresidente de Morales.

Por su parte, la Iglesia Católica, la Unión Europea y Naciones Unidas, que desde el martes intentan instalar una mesa de diálogo para superar los conflictos, dijeron en un comunicado que creen que “están dadas las condiciones para que todos los sectores retomen el camino de la convivencia pacífica, respetuosa y exenta de violencia”.

Los bloqueos están afectando el transporte de oxígeno para los hospitales en plena pandemia, mientras en La Paz, sede de los poderes ejecutivo y legislativo, los precios de los alimentos comenzaron a ser objeto de especulaciones.

Los responsables de hospitales claman para que los manifestantes que bloquean las vías permitan el transporte de oxígeno medicinal, mientras el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, dijo este jueves que por la falta de este insumo murieron 40 personas desde que comenzaron las protestas.

El covid-19 contagió a más de 95.000 personas y dejó 3.827 fallecidos en Bolivia, con una población de 11 millones.

Las elecciones generales de este año reemplazan a los cuestionados comicios de octubre de 2019, que derivaron en protestas que condujeron a la renuncia de Morales tras casi 14 años en el poder.