"Me despedí de mis papás y de mis hermanos. Yo pensaba que me iba a morir”, recordó.

No son muchos quienes saben que Carolina de Moras vive con solo un pulmón, tras estar al borde la muerte por culpa de un palito de uva.

La animadora nacida en Osorno, pese a ser una niña muy activa, también fue enfermiza y de piel muy pálida. A los ocho años, se convirtió en una especie de misterio médico e incluso estuvo en coma.

“(Un día) Me vi y estaba entera con sangre. Me corría por todas partes. Trataba de respirar, inhalaba aire y cuando lo botaba, botaba sangre”, recordó en el programa de Tú a Tú.

De inmediato fue trasladada a una clínica, donde fue diagnosticada con un tumor en el pulmón, que los médicos no lograban encontrar en las radiografías.

“A esas alturas necesitaba respirador porque tenía los pulmones colapsados, estuve en coma (…) Me despedí de mis papás y de mis hermanos. Yo pensaba que me iba a morir”, sostuvo.

Carolina de Moras y el palito de uva que casi le costó la vida

Según contó Carolina de Moras, tras meses internada, un doctor de visita tuvo la idea de “abrir” y revisar sus costillas para limpiar sus pulmones. Al hacerlo encontraron un palito de uva de un centímetro que se le había enquistado en el pulmón.

“Me debo haber comido una uva con el palito alguna vez cuando chica, me atoré, ingresó a los bronquios, ingresó al pulmón, y, como el cuerpo humano es muy inteligente, se empezó a enquistar y terminó como un melón de piel protegiéndome de ese cuerpo extraño. Al final me sacaron el pulmón y me cerraron”, contó.

Desde entonces, tuvo que aprender a vivir con un solo pulmón, aunque lo compensó rápidamente practicando deportes. “Mis papás me obligaron a hacer deportes, no me encerraron en una bola de cristal. Fueron muy inteligentes al respecto”, dijo animadora.

Cuando ya se recuperó, se trasladó a Santiago, donde fue víctima de bullying, especialmente en su gira de estudio.

“Tomaban mi ropa interior de mi bolso y la colgaban de las ventanas. También tomaron mi cámara de fotos antigua de mi abuelo, que era con rollo, y me velaron todas las fotos”, recordó.

“Fue tan doloroso que llamé a mis papás y les dije que no aguantaba más, y me devolví de mi gira de estudios”, confesó.