Avecindada en Ciudad de México hace cuatro años y sin ninguna intención de regresar a vivir a Chile se encuentra por estos días la actriz Ignacia Allamand.

“Está todo súper complicado. He hecho harto casting, acá se está empezando a mover harto la cosa. Pero soy una afortunada, siempre me llegan los proyectos así que no tengo tanto terror”, comentó en una entrevista con el podcast Reyes del Drama.

Durante la conversación, la actriz recordó sus inicios en una experimental área dramática de Chilevisión donde personificó a la insoportable Elisa Solé de Vivir con 10. “Es uno de los proyectos donde mejor lo he pasado. Tuve que volver a ponerme uniforme a los 25 años. Jamás se me hubiese pasado por la cabeza”, aseguró.

Años más tarde vendría una villana de antología en “Mujeres de Lujo” donde se puso en la piel de la malvada e inescrupulosa Lietta Meyer.

“Lo pasé increíble. Maté a mi mamá en las escaleras, envenenaba niños, maté a mi amiga en la tina…¡Increíble! Y trabajar con grandes amigas como la Fernanda Urrejola que es mi mejor amiga, hacer de enemigas fue muy entretenido. La pasábamos muy bien”, recordó.

Eso sí, la actriz aseguró que habían algunas escenas que eran bastante fuertes. “Yo no sé cómo nos daban permiso para grabar todas esas cosas. Eran otros tiempos. Hoy en día todo se funa, se critica. Quieren olvidar la historia porque los personajes son de una manera u otra. Las generaciones nuevas ven las cosas de otra manera, pero hubo que pasar por eso para llegar a este nivel de conciencia. Fue importante haber pasado por ese proceso para cambiar las cosas hoy en día”, reflexionó.

“Mirar esta teleserie con los ojos de hoy puede ser muy conflictuante. Por fin hoy el feminismo se tomó el poder, las cosas han cambiado. Hay que tener en cuenta que es una teleserie del 2009. En ese momento, nosotros solo queríamos entretener, provocar y que la gente la pase bien. Yo le tengo mucho cariño a cómo lo pasamos haciéndolo”, sentenció.

Un salida dolorosa

En la entrevista también recordó su salida de Chilevisión, la cual se le atribuyó en su momento a “problemas de camarines”. Ignacia explicó que en ese tiempo su matrimonio con Tiago Correa fracasó y tras separarse le ofrecieron un contrato largo para seguir en CHV.

“Yo dije que no podía firmarlo porque me estaba separando y estaba pasando por un momento muy doloroso y no sabía si meses después iba a querer estar en un proyecto con mi ex marido y otras personas con las que no quería participar. Estaba viviendo un momento personal super jodido”, dijo.

No obstante, en Chilevisión le dijeron que respetarían este proceso y que siempre tendrían abiertas las puertas. “De hecho, Coca Gómez estaba escribiendo un personaje para mí en La Sexóloga. Cuando yo quise volver, a Vicente Sabatini no le pareció y esa fue la explicación que me dieron”, aseveró.

“Yo ya lo tengo muy superado. Me pareció súper machista de su parte porque yo dijo que yo era la que traía problemas y yo no había hecho nada”, relató.

Según la actriz, su exmarido sí aceptó el contrato. “Nos ofrecieron el contrato a los dos y él sí aceptó. Yo no estaba dispuesta, tal vez yo estaba más afectada. No me sentía preparada para estar en un elenco con una persona de la que yo me venía separando con mucho dolor. Sin embargo, no tengo ningún rencor con eso”, comentó.

“Si fue súper doloroso porque yo contaba con esa pega y me quedé mucho tiempo sin trabajo. Yo no había hecho nada, los ‘problemas de camarín’ los tenían los que estaban dentro del triángulo. Yo era una participante involuntaria de esos triángulos. No los elegí”, finaliza.