En septiembre pasado la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó la prisión preventiva de “Nano” Calderón Argandoña, quien se encuentra cumpliendo la medida cautelar en el penal Santiago 1.

El joven de 23 años que fue formalizado por parricidio frustrado contra su padre, pero también está siendo investigado por daños, disparo injustificado, amenazas no condicionales y lesiones menos graves en contexto VIF y otros afines.

Según Glamorama, por estos días Calderón Argandoña vive en una “pieza abierta con ventanas al pasillo del recinto”, sin vista al exterior. El estudiante de Derecho tampoco tiene acceso a la televisión y pasa sus horas leyendo tres libros, que ya terminó.

No tiene contacto con otros reclusos y está custodiado durante las 24 horas por un gendarme. De hecho, son los uniformados quienes se han convertido en sus confidentes, a quienes les prometió que llamaría cuando salga de la cárcel.

La alimentación de “Nano” es proporcionada por el penal, aunque también recibe algunas “golosinas” llevadas por su defensa, quienes también se encargaron de cortarle el pelo en una de sus visitas.

Fuentes de Glamorama añadieron que Calderón está considerado como un recluso con buena conducta, aunque la ansiedad por salir del penal ha estado presente en él y que espera que le concedan arresto domiciliario, el que cumpliría en la casa de su madre.

El caso comenzó el pasado 11 de agosto cuando el joven de 23 años llegó al departamento de su padre, Hernán Calderón Salinas, para atacarlo con un cuchillo. Tras ello el abogado lo denunció por parricidio frustrado.

No obstante, Calderón Salinas recalificó la querella contra su hijo, eliminando la calificación de “parricidio” y dejándola como un “delito lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar”.