El director Steven Spielberg contó por qué se negó a hacer una secuela de su famosa película E.T. y cómo tuvo que evitar que esta se concretara “congelando” sus derechos.
El sábado, durante el evento TCM Classic Film Festival: New York Pop-Up x 92NY, donde Spielberg se reencontró con la actriz Drew Barrymore, que solo tenía 7 años cuando se hizo el filme, recordó ese momento y explicó qué pasó con la idea de la secuela.
“Fue una victoria muy reñida porque no tenía ningún derecho. No tenía lo que llamamos ‘congelación’, donde puedes evitar que el estudio haga una secuela porque controlas la congelación de secuelas, remakes y otros usos auxiliares de la propiedad intelectual. No tenía eso. Lo obtuve después de E.T. debido a su éxito”, explicó el cineasta, según recoge Variety.
“No quería hacer una secuela. Coqueteé con la idea un poco, solo un poco para ver si podía pensar en una historia, y lo único en lo que podía pensar era en un libro escrito por alguien para la secuela, The Green Planet, que se desarrollaba en el hogar de E.T.”, recordó.
Sin embargo, esa posibilidad no lo convenció. “Todos íbamos a poder ir a la casa de E.T. y ver cómo vivía. Pero era mejor como novela de lo que creo que hubiera sido como película”, planteó.
Por su parte, Drew Barrymore, que fue una de las protagonistas, se mostró de acuerdo con su decisión. “Recuerdo que dijiste: ‘No vamos a hacer una secuela de E.T. Creo que yo tenía ocho años y recuerdo que pensé: ‘Bueno, es una lástima, pero lo entiendo perfectamente"”.
“Pensé que era una decisión inteligente. ¿A dónde vamos a partir de ahora? Simplemente, la compararían con la primera y dejarían algo que es perfecto, abierto al escrutinio. Tenía mucho sentido”, completó la actriz.