Oscar Pistorius hizo historia corriendo sin piernas con deportistas no paralímpicos en unos Juegos Olímpicos, pero todo terminó cuando mató a su novia en San Valentín.

En 2012, Oscar Pistorius se preparaba para competir en los Juegos Olímpicos de Londres, luego de una batalla que no cualquier deportista habría estado dispuesto a pelear.

Se transformaba en el primer hombre sin piernas en correr una carrera en unos Juegos Olímpicos, una hazaña que, hasta ese momento, nunca nadie había logrado.

Llegar a ese punto no fue fácil, porque además de tener todas las dificultades de un deportista de alto rendimiento, Pistorius añadía algo más, no tenía piernas y debía convencer al mundo de que podía correr, tal como un corredor normal.

Ese año el sol brillaba sobre el sudafricano que lo tenía todo, incluso una preciosa novia que acompañaba sus días.

Sin embargo, al año siguiente, la noche de San Valentín, Oscar Pistorius pasó de ser un gran deportista, admirado a nivel mundial, a ser un criminal.

Una historia que dejó boquiabierto al mundo del deporte, pero también a todos quienes alguna vez leyeron su nombre en alguna parte.

Oscar Pistorius: Blade Runner

El 22 de noviembre de 1986, Pretoria, una ciudad de Sudáfrica, vio nacer a Oscar Pistorius, un pequeño bebé que vino al mundo con una malformación genética.

Sus piernas estaban torcidas y no tenía huesos de la rodilla hacia abajo, por lo que a los 11 meses de vida le amputaron las piernas. Sin embargo, eso no fue un problema para el pequeño Oscar, que rápidamente aprendió a caminar en sus prótesis.

“No tenían pies, como ahora, sino que eran una especie de estaca. Él caminaba sobre ellas. Así como su hermano se ponía sus zapatos, él se ponía sus piernas”, comentó a BBC su tía, Diana Binge.

Estas prótesis nunca impidieron que se dedicara a practicar deportes, desde el tradicional rugby de su natal Sudáfrica, hasta correr como si no hubiera mañana.

Por lo mismo, no sorprendió a nadie que tras una lesión jugando rugby, el joven probara con el atletismo, sin pensar en que se transformaría en uno de los mejores de su clase y podía competir en alto nivel.

A los 17 años llegó a los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, logrando medalla de oro en los 200 metros lisos y bronce en los 200, además de romper récord, consignó El Confidencial.

Pero Oscar quería más y su meta estaba en las competencias de los Juegos Olímpicos, pero para llegar a eso, el denominado “Blade Runner” debía superar más de un obstáculo.

El camino a hacer historia

Después de una larga batalla, en 2008 Oscar Pistorius logró que nadie pensó que lograría. El Corte Arbitral del Deporte (CAS) le permitió competir en eventos para no paralímpicos, consignó El Confidencial.

Esto permitió que se levantara la prohibición que le habían impuesto en 2007, cuando La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) determinó que el joven no podía participar en estas competencias debido a que las prótesis de carbono que utilizaba le daban una ventaja sobre deportistas no paralímpicos.

Estaba listo para Pekín 2008, sin embargo, no logró llegar a los Juegos Olímpicos de ese año. Sin embargo, la historia no finalizaría ahí, porque calificó a mundial de Daegu, en Corea del Sur, ganando medalla de plata en los relevos 4×400,

Luego, vino la gran carrera. Hizo historia cuando se posicionó en Londres 2012 y corrió, con sus compañeros no paralímpicos. Logró el último lugar en la competencia, pero estuvo ahí, de igual a igual, con deportistas que tenían todas sus extremidades, compitiendo como uno más.

Ese año se transformó en uno de los protagonistas de los Juegos Olímpicos de Londres, llevando la ovación del público.

El crimen que lo condenó

Luego de su participación en los Juegos Olímpicos de 2012, Oscar Pistorius se transformó en una celebridad e ícono de superación.

Sin embargo, esa buena fama finalizó el 14 de febrero de 2013, cuando en la madrugada mató a su novia, la modelo y abogada Reeva Steenkamp, con cuatro balazos.

Según su testimonio, mientras dormía en su casa del complejo Silver Woods Estate, un resguardado condominio de Pretoria en Sudáfrica que compartía con su novia, sintió un ruido, indicó Infobae.

Pistorius creyó que era un ladrón, por lo que tomó la pistola de 9 milímetros, cargada con balas, que guardaba bajo la mesa de luz, y sin sus prótesis disparó a la puerta de baño, 4 disparos que acabarían con el ladrón. Sin embargo, no era un ladrón, era su novia, Reeva.

“Como no llevaba las piernas ortopédicas y me sentía sumamente vulnerable, sabía que debía protegernos a Reeva y a mí. Me sentía atrapado, porque la puerta del dormitorio estaba cerrada y me cuesta desplazarme con los muñones. Disparé varios tiros a la puerta del baño y le pedí a Reeva a gritos que llamara a la policía, pero no me respondió”, relató en su declaración.

Luego, la vio herida sobre el suelo del baño. Intentó detener la hemorragia y pidió ayuda. Sin embargo, la joven murió en el lugar.

Tras este hecho se destapó una cara que nadie más que sus cercanos conocían, una que se reveló en el juicio que lo llevó directo a la cárcel.

La personalidad de un asesino

Aunque en un principio se presentó como un accidente, la realidad es que Reeva estaba encerrada con llave en el baño, lo que levantó sospechas de inmediato.

Un juicio sacó a la luz la cara que no se conocía de Pistorius. Según destaca Infobae, es un “hombre agresivo, provocador, adicto a las armas de fuego -tenía seis a su nombre y siempre llevaba una consigo-, controlador y violento con sus parejas”.

Tuvo múltiples incidentes con sus armas, pero también con sus parejas, a quienes maltrataba, para luego acosar, incluso cuando habían terminado su relación.

Se revelaron mensajes que dieron cuenta de la caótica relación que tenía con la modelo y que el bate de criquet que utilizó supuestamente para abrir la puerta del baño, estaba ensangrentado y tenía rastros de la piel de su pareja.

Se reconstruyó que la joven se encerró en el baño tras una discusión en la que el atleta la golpeó al menos dos veces.

Más de dos años después, fue declarado culpable de homicidio culposo y condenado a 5 años de cárcel.

Cuando cumplió un año salió en libertad condicional. Pero, el Tribunal Superior de Apelaciones volvió a revisar el caso y lo enviaron de vuelta a la cárcel, condenado a 13 años y cinco meses por asesinato.

La libertad condicional de Oscar Pistorius

El viernes 24 de noviembre, autoridades penitenciarias de Sudáfrica concedieron la libertad condicional al famoso exatleta.

El Departamento de Servicios Penitenciarios (DCS) confirma la libertad condicional para Oscar Leonard Carl Pistorius, efectiva a partir del 5 de enero de 2024”, declaró la institución.

Oscar, de 37 años, cumplirá el resto de su condena en el sistema correccional comunitario y será sometido a supervisión en cumplimiento de las condiciones hasta que esta expire.

La madre de Reeva, June Steenkamp, quien jamás creyó en la versión del accidente, indicó que no está “convencida” de que “Oscar se haya rehabilitado”. Sin embargo, acepta las políticas impuestas por la autoridad.