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El Producto Interior Bruto (PIB) del Reino Unido aumentó un 0,5% en el segundo trimestre de 2024, por debajo del 0,6% inicialmente estimado, según la Oficina Nacional de Estadísticas. El crecimiento fue liderado por el sector de servicios, mientras que la industria y la construcción experimentaron retrocesos. Tras salir de la recesión técnica en los dos últimos trimestres de 2023, la economía británica creció un 0,3% en todo el año. El Gobierno laborista, con la intención de impulsar el crecimiento, ha implementado cambios en la planificación urbana y creado un fondo para atraer inversiones.

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El producto interior bruto (PIB) del Reino Unido creció un 0,5% en el segundo trimestre de 2024, de abril a junio, menos que el 0,6% inicialmente estimado, informó este lunes la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, en inglés).

El crecimiento fue impulsado por el sector de los servicios, motor de la economía británica, mientras que hubo retrocesos en el industrial y la construcción, indicó.

En el primer trimestre, de enero a marzo, el PIB se había expandido un 0,7%, marcando el fin de la recesión técnica en la que entró el Reino Unido en los dos últimos trimestres de 2023.

La ONS confirmó este lunes que la economía británica creció un 0,3% en el conjunto de ese año, frente al 0,1% estimado en el primero de sus dos análisis.

Economía británica se desacelera al segundo trimestre

Durante el segundo trimestre de 2024, los ingresos disponibles de los hogares británicos aumentaron un 1,3%, frente al 1,6% de los tres meses precedentes, mientras que la tasa de ahorro fue del 10%, comparado con un 8,9% de enero a marzo.

El Gobierno laborista británico, que ganó las elecciones del pasado 4 de julio por mayoría absoluta, tiene como prioridad incrementar el crecimiento, para lo que ha modificado las leyes de planificación urbana, a fin de fomentar la construcción de viviendas e infraestructura, y ha creado un fondo para atraer inversión.

Los ojos están puestos en el próximo presupuesto general del Estado, que se presentará el 30 de octubre.

Con la inflación en el 2,2% -por encima del objetivo oficial del 2%-, el Banco de Inglaterra decidió el 19 de septiembre mantener invariables, en el 5%, los tipos de interés, tras bajarlos en un cuarto de punto en agosto.