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La crisis habitacional en Chile se agrava debido al incremento en las tasas de los créditos hipotecarios y los mayores requisitos impuestos por los bancos para su obtención. Se proyecta que las tasas de interés se mantengan en torno al 5%, lejos del 2% de 2019, lo que ha provocado a su vez un aumento del 53% en los precios de arriendos. Expertos advierten que esta situación producirá posiblemente una "generación sin acceso a la casa propia".

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La crisis habitacional en Chile no parece tener una solución, al menos en el corto y mediano plazo. Y es que en contraste con la época pre pandémica, hoy cada vez menos personas adquieren viviendas propias, lo que se debe principalmente al incremento en las tasas de los créditos hipotecarios y a los mayores requisitos que los bancos solicitan para otorgarlos.

Otro factor que influye es la sobredemanda derivada de la masiva llegada de migrantes, junto con una menor oferta, debido a la caída en las obras de construcción.

Debido a este escenario, se proyecta que las tasas de interés de los créditos hipotecarios se mantengan en torno al 5%, muy lejos de las cifras de 2019, cuando rondaban el 2%.

“Una generación sin acceso a la casa propia”

El economista Felipe Berger señaló que las altas tasas producen, además, un alza en el precio de los arriendos, que han aumentado un 53% desde el inicio de la pandemia.

“Nos encontramos con una situación bastante crítica, en la cual las personas que querían adquirir su vivienda hoy día no pueden hacerlo y van a tener que arrendar”, sostuvo.

“Esto lleva a que, lo más probable, y hay que decirlo con todas sus letras, va a haber una generación en Chile que no va a poder acceder a la casa propia producto de todas estas condiciones que estamos viendo en el mercado”, agregó.

El docente de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Pablo Barberis, afirmó que “en el largo plazo la tasa va a seguir alta”.

“Eso está dado principalmente por el bajo ingreso que tienen las personas o las familias, que no califican para optar a una vivienda (…) con el agravante de que los valores están muy altos”, añadió.

Otro problema que ha quedado al descubierto en el último tiempo es que los inmuebles arrendados son cada vez más pequeños. Por ejemplo, en 2022 el promedio era de 226 metros cuadrados, mientras que hoy es de 172 metros cuadrados.