Desde ayer martes 8 de septiembre todos los clientes de los distintos oferentes de créditos -bancarios y no bancarios- pueden acceder a los beneficios contemplados en la Ley de Portabilidad Financiera, que permitirá refinanciar créditos con el mismo u otro proveedor, de manera más fácil y rápida.

Esta medida otorga la posibilidad de portar cuentas corrientes y cuentas vista; créditos rotativos como las líneas de crédito y las tarjetas de crédito; y créditos en cuotas, como los créditos hipotecarios, de consumo y comerciales.

El único requisito es ser el titular de los productos financieros que se quieren portar y presentar una “Solicitud de Portabilidad Financiera” en el proveedor financiero al cual el cliente se quiere cambiar.

Ante los plazos que tuvo la banca para implementar los accesos a las solicitudes de portabilidad en sus sitios web, la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) reiteró el máximo esfuerzo tecnológico para facilitar el proceso a los usuarios.

José Manuel Mena, presidente de la ABIF, comentó que implementar una ley de esta envergadura “en plazos extraordinariamente breves” ha implicado un “esfuerzo enorme por parte de la banca y otras instituciones, quienes han debido trabajar en el desarrollo sistemas internos para generar documentos digitales -como la oferta de portabilidad y los certificados de liquidación- y coordinar su transporte desde una entidad a otra en un plazo muy acotado”.

Mena destacó también que la Ley de Portabilidad facilitará el proceso de cambio de productos a través de oferentes de crédito, “siendo esencial que los clientes se informen sobre las alternativas disponibles y analicen las ofertas, a fin de obtener los beneficios esperados en función de sus distintas necesidades”.

Cabe destacar que, a juicio de la ABIF, la portabilidad “no es algo nuevo” para la industria.

“En 2019 se refinanciaron créditos o repactaron en mejores condiciones -tasas o plazos- por un monto equivalente al 28% del total de la cartera bancaria, medida impulsada por los bancos, lo que implicó acceder a nuevos y mejores productos de acuerdo a sus necesidades”, explicó la Asociación.

Estos últimos meses la banca ha estado trabajando para canalizar las diferentes solicitudes de portabilidad que pudieran surgir a propósito de la implementación de esta nueva ley, con el fin de cumplir con los términos y plazos establecidos.

En ese sentido, aunque dependerá de cada caso, “la portabilidad permite hacer el proceso de manera totalmente digital, con lo cual el cliente no necesitará ir a una sucursal”, puntualizó la ABIF.