“He enfermado, he sido expuesta a situaciones que ninguno de mis otros colegas ha sido expuesto”. Con estas potentes palabras Montserrat Maturana resume su difícil presente tras ser desvinculada como árbitra profesional de la ANFP.
De hecho, así lo describe directamente en la demanda laboral que presentó en el Segundo Juzgado del Trabajo de Santiago contra su antiguo empleador.
“La marginación laboral, la vergüenza, el descrédito, el maltrato, la persecución y en general, el cambiar las condiciones de trabajo y de salud que eran parte de mi patrimonio, me ha provocado graves problemas psíquicos, alterando mi bienestar y salud, obligándome a ser tratada por especialistas, y en consecuencia afectando mi bienestar familiar, laboral, físico y síquico, emocional y social”, agrega Maturana en el escrito, presentado con el patrocinio de Bravo Abogadas.
“Mi empleadora, debió, en circunstancias de lo dispuesto en el artículo 184 del Código del Trabajo, protegerme. No lo hizo. Por el contrario, me provocó abiertamente daño, corporativamente, en uso desleal, injusto y con abuso de sus potestades de mando”, agrega.
El recurso fue acogido en tribunales. A tal punto, que, como pudo confirmar BioBioChile, se citó a audiencia preparatoria -vía Zoom- para el próximo 11 de diciembre, desde las 08:30 horas.
“Hay sensación de frustración, y de maltrato”
La abogada de Montserrat Natalia Bravo, explica a BBCL que “ella está como tratando de dar vuelta la página en términos del conflicto con la ANFP, más allá del juicio que tenemos pendiente, sobre todo lo relativo a su carrera como árbitra”.
“Hay una sensación de bastante frustración en eso. Y de maltrato, esa es la verdad”, agrega, y profundiza que “Montserrat estuvo mucho tiempo siendo amenazada de despido. Salió publicado su nombre en la prensa, incluso, que era parte de un despido masivo que hubo igual en la ANFP, y ella estaba con licencia. Eso le llegó, significó que ella se desmotivó bastante con el temor a este despido”.
Bravo afirma que “ella volvió de su licencia médica con la clara creencia de que iba a ser despedida a propósito de todo lo que estaba pasando. Pero al parecer, hubo algún tipo de asesoría en la ANFP, al Comité de árbitros le entregaron la instrucción de que eso no se produjera, porque eso es lo que ella esperaba finalmente, que iba a pasar y había pasado con todo el resto de sus compañeros y compañeras. Pero no vino, y dijo ‘Bueno, quizás esto es una nueva oportunidad’. Se puso a entrenar, volvió de su licencia, se puso a punto, dio las pruebas para poder estar en condiciones. Le dieron uno o dos partidos durante el mes de marzo o tres, los dirigió bien, fue bien evaluada y la despidieron”.
“Es una cuestión muy inexplicable. Ella aprueba sus pruebas, dirige, es bien evaluada y la despiden. No tiene mucho sentido, en verdad. ¿Cuál es la motivación de eso? La aguantaste un año y medio o incluso más, porque estaba con licencia médica… Es una de las pocas que puede dirigir. Vuelve, está bien evaluada y la sacan”, acota la jurista.
Montserrat, en la demanda, remarca que “mi trabajo y producción como árbitra de la ANFP siempre fue destacada, tal como lo demuestran todas las evaluaciones de las que fuimos objeto. Siempre cumplí con las obligaciones que me impuso mi contrato de trabajo. De ello también da cuenta el que jamás cesara en mi función desde el 1 de septiembre de 2013. No hubo necesidad ni interés en cesar mi contrato porque siempre cumplí mis obligaciones”.
“A consecuencia de todo lo acontecido, esto es, el despido vulneratorio por actos de discriminación arbitraria por género, acoso laboral y atentando a la libertad de trabajo respecto de mi, y que mi ex empleadora ha llevado a cabo a través de acciones como fue el despido injustificado y vulneratorio que me afectan en forma deleznables respecto de mis garantías constitucionales, disfrazando, ocultando y precarizando la relación laboral que efectivamente tenemos, se han generado serias vulneraciones a mi dignidad, pero además privándome del efectivo desarrollo de mi actividad laboral y carrera profesional. En Chile, no puedo ser árbitra profesional si no es en el contexto de la ANFP”, dice también la afectada.
¿Por qué despidieron a Montserrat?
BioBioChile contactó a la ANFP para saber motivo o justificaciones tras la salida de Montserrat Maturana, sin embargo, no hubo respuesta.
Las versiones de prensa, de principios de 2024, incluyen a Maturana en una lista de inminentes despidos por desempeño que habría decidido la Comisión Arbitral con el arribo del, en ese entonces, nuevo ‘jefe’: Roberto Tobar.
La carta de despido con fecha 31 de marzo de 2025, en tanto, manifiesta: “De nuestra consideración: Por medio de la presente comunico a usted que la ASOCIACIÓN NACIONAL DE FÚTBOL PROFESIONAL (en adelante la “ANFP” o el “Empleador”), ha decidido poner término a su contrato de trabajo a contar del 31 de marzo de 2015, por la causal contemplada en el artículo 161 inicios primero del Código del Trabajo, esto es por ‘Necesidades de la empresa, establecimiento o servicio"”.
“Los fundamentos de hecho de la causal y que son el motivo de esta decisión, dicen relación con la implementación por parte de la ANFP de un proceso de reestructuración y racionalización de todas sus áreas. Este proceso se lleva a cabo debido a circunstancias económicas objetivas que hacen necesaria la separación de varios trabajadores de la Asociación. Dicho proceso le afecta directamente por cuanto es necesario prescindir de sus servicios, siendo sus labores redistribuidas de forma interna”, agrega la misiva.
Pero Montserrat y su defensa tienen otra teoría. “La despidieron básicamente, en la sensación que ella tiene y conforme los antecedentes que nosotros tenemos, porque lastimosamente la Comisión de Arbitraje tiene una política en donde solo quiere potenciar el arbitraje masculino. A tal punto que los árbitros que están en el fútbol joven los hacen arbitrar en el femenino”.
“Es cosas de ver los datos ¿Cuántos partidos en el femenino se arbitran por mujeres? Dos o tres. Todo el resto por árbitros masculinos porque el pago que se le da al arbitraje en el fútbol femenino aumentó, a propósito de una negociación colectiva que hubo en septiembre del año pasado. Entonces, como el valor es mayor, lo que hace el comité de arbitraje, encabezado por el señor Tobar, porque esta política viene directamente desde ahí, es trasladar a los árbitros que están en el fútbol joven al femenino para pagarles más, incentivar que tengan entrenamiento, que reciban mejor remuneración. Esto en detrimento del arbitraje femenino”, sentencia Bravo.
Para la abogada, entonces, no hay dudas: la salida se produce “porque empieza a ocupar un cupo del arbitraje masculino, o sea, al final tiene que ver con eso, con el querer potenciar, un cuerpo arbitral masculino que acumula toda la oferta y toda la demanda del fútbol”.
En su recurso, Maturana expresa que “yo, que tenía todos los galardones para dirigir en el campeonato profesional del femenino, fui despedida discriminatoriamente. Además, había un incentivo perverso para mi despido, puesto que les salía más cara que los árbitros de formación a los que autorizaron a arbitrar en el femenino para que tuvieran mejores remuneraciones y mejores números respecto de la cantidad de partidos efectivamente dirigidos y con ello potenciar sus carreras profesionales en desmedro de las árbitras que profesionalmente estamos dirigiendo en el campeonato femenino”.
“El objetivo es desaparecer la línea profesional de árbitras en el arbitraje nacional, y muestra de ello es mi desvinculación. Relevante es decir, que solo yo y una compañera más en los términos de la ANFP estaba calificadas para dirigir fútbol femenino en la liga profesional femenina de la ANFP”, puntualiza. Además, ejemplifica que, de cara al torneo en 2024, para arbitrar a las mujeres les exigíeron exámenes físicos para hombres, una situación a todas luces anormal si se compara ritmo e intensidad. Al no poder superar esos test en más de una ocasión, acabó inmersa en la frustración y la desmotivación que la afectaron psicológicamente. Ahí llegó la mencionada licencia.
Las exigencias de Montserrat: compensación económica, charlas en la ANFP a los árbitros y nota en sitio web
Montserrat Maturana asegura haber enfermado. Dice que su estado emocional se ha visto afectado e inició terapias psicológicas. “He sido denostada, perseguida, humillada, avergonzada, maltratada sin otra justificación que haber osado ‘desobedecer a mi jefe’, no someterme a sus lógicas, reclamar mis derechos, alzar la voz. Se me ha enfermado y quitado mi capacidad productiva. Este acoso me ha destrozado. Decirlo me es tan difícil porque me es incomprensible haber vivido esto, pero soy y he sido víctima de violencia explícita por mis empleadores”, dice en el recurso judicial.
Su abogada lo confirma: “Yo te hablo de un antecedente fáctico que tengo y los documentos que yo he visto es que claro, estuvo muy muy afectada en términos psicológicos, sobre todo por lo de la amenaza del despido permanente. O sea, la despiden cuando ella empezó a dirigir”, expresa.
Por lo mismo, el concepto daño moral y reparación se leen constantemente en la parte final de la demanda. Entre ellas, resaltan que el despido sea declarado nulo y que se paguen cotizaciones previsionales pendientes, como también que existan compensaciones, multas y otro tipo de actividades para la prevención de la discriminación.
“Que se publique en la intranet y en la página web de la denunciada la sentencia de este juicio y una declaración pública en ese mismo medio, de disculpas públicas respecto de mi, en donde se condenen los actos de discriminación arbitraria y acoso laboral, señalando el compromiso de la empresa con la protección de las y los trabajadores y el rechazo a actos de discriminación y acoso laboral”, dice de entrada el petitorio.
“Que se publique un aviso comunicacional de prensa, en un medio de circulación nacional el compromiso de la ANFP con el respeto a la dignidad de sus trabajadoras y trabajadores y las políticas anti acoso laboral, maltrato y discriminación”, se complementa.
Además, se pide que “se capacite a todo el personal, con un curso de a lo menos 10 horas, respecto de la prevención de actos de discriminación y acoso laboral; y de la promoción de políticas de igualdad de género y no discriminación, por alguna organización o profesional de la sociedad civil que tengan dicho conocimiento técnico y que S.S disponga, como 33 Abofem, pero que sea externo a la empresa; y que dicha capacitación se realice en horario laboral y en un recinto adecuado para ello, disponiendo S.S. el plazo dentro del cual este curso se deberá llevar a cabo”.
Por otra parte, la afectada pide “que el denunciado como medida reparatoria y en razón del daño por lucro cesante que me ha ocasionado por no poder llevar a cabo mi actividad de àrbitra profesional durante lo que queda de la temporada 2025” y que “conforme la vulneración de la que he sido objeto y del daño moral por mi sufrido, se disponga el pago de $5.000.000, o lo que S.S. disponga conforme a derecho y valoración prudencial”, se añade también, profundizando que “el denunciado conforme a lo establecido en los artículos 489 del Código de Trabajo deberá pagar una indemnización adicional que deberá determinar S.S., no inferior a seis meses ni superior a once de la última remuneración que percibí con 30 días trabajados y cuya base de cálculo es $794.296”.
Otra solicitud es “que se debe interponer respecto de la denunciada, según lo dispuesto en el artículo 506 en concordancia con el artículo 505 bis del Código del Trabajo la multa de 60 UTM o lo que S.S disponga conforme a derecho y su valoración prudencial, debido a que se trata de una gran empresa”.
Al ser interrogada por esta situación, Bravo explica que “nosotros estamos presentando también por la declaración de relación laboral. Porque ocurrió que ella mostrará que antes de tener contrato trabajo, estuvo trabajando por lo menos 5 años en forma desformalizada. Y recibía por su puesto remuneración por los arbitrajes. Sostenemos que en esa temporalidad había efectiva relación laboral y no una relación de prestación de servicio. Ella tenía el mismo uniforme de la ANFP, era pagada por la ANFP, recibiía reglas, la calendarización era de la ANFP”.
“Aademás, estamos solicitando que se declare que hubo efectivamente discriminación en el caso de la Montserrat. Entonces, si es que nosotras llegamos a aprobar eso, el tribunal tiene la facultad de condenar a la ANFP el pago de 11 remuneraciones y además de eso estamos solicitando una indemnización por daño moral, y que se diga que el despido ha sido injustificado y que en ese contexto se aplique el 30% más de la indemnización por años de servicio”, agrega.
En cuanto a los cursos solicitados, Bravo especifica que “eso es parte de las medidas que nosotros solicitamos para efectos de dejar establecido y generar precedentes también en términos de el impacto que tiene, o sea, este tiene que ver con o el ánimo de la Montserrrat es que ‘Hay una obligación desde el espacio de la no discriminación al interior de los cuerpos estatales’. Entonces, esta medida lo que busca es dar publicidad y que la ANFP, efectivamente, haga un compromiso o al menos se le obligue a sostener un compromiso en términos declarados con la no discriminación”.
“Nosotros como estudio jurídico presentamos una demanda hace un par de años contra Everton, en el contexto de la profesionalización del fútbol femenino, ganamos esa demanda y sentamos un precedente relativo a actos de discriminación por pago de remuneraciones y condiciones laborales. Eso implicó muchas cosas, que Everton tomase medidas de efectivamente hacer contratación de su cuerpo femenino. Más allá de lo que podamos discutir, si son precarias o no son precarias, pero al menos hay un aire de profesionalización. Y bueno, de a poco ha ido contribuyendo, ¿no? Y lo mismo queremos acá, que en el espacio del arbitraje ocurra algo parecido“, cerró.