A pesar de predicar la libertad de expresión en Twitter, Elon Musk terminó suspendiendo la cuenta de un hacker que rastreaba los viajes de su jet privado.

Twitter, del empresario Elon Musk, suspendió la cuenta @elonjet, un hacker que seguía los movimientos del avión del magnate, y que fue creada por Jack Sweeney, que ahora migró el perfil a la red social Mastodon.

“Cuenta suspendida. Twitter suspende las cuentas que incumplen las reglas de Twitter”, reza en el perfil creado por Sweeney, que ha confirmado su cierre a través de un tuit en su cuenta personal, que posteriormente también fue suspendida.

Antes de su bloqueo, @elonjet tenía medio millón de seguidores. Según un pantallazo compartido por Sweeney, la compañía le informó que había quebrantado sus normas y que únicamente podía leer contenido, pero no enviar o reenviar mensajes. Asimismo, Twitter le da la oportunidad de presentar una queja contra la medida.

El cierre se produce a pesar de que hace un mes el propio Musk, que se describió en una ocasión como “un absolutista de la libertad de expresión”, aseguró expresamente que no la bloquearía.

“Mi compromiso con la libertad de expresión se extiende incluso a no prohibir la cuenta que sigue a mi avión, aunque eso es un riesgo directo para la seguridad personal”, dijo.

Elon Musk en polémicas con un hacker

Meses atrás, cuando Musk se enteró de lo que hacía este usuario de Twitter, le pidió que dejara de compartir su información e incluso le ofreció sumas de dinero como trato.

Y es que el adolescente de 19 años oriundo de Florida, Estados Unidos, Josh Sweeney creó un bot capaz de rastrear el jet privado del magnate tecnológico Elon Musk.

Sweeney compartía la información de la ubicación del transporte aéreo en una cuenta de Twitter en tiempo real, razón por la que el CEO de Tesla y Space X le ofreció US$ 5.000 dólares -poco menos de 4 millones de pesos chilenos- por cerrar la cuenta.

En la conversación que quedó registrada en la red social, el joven se negó a recibir el pago y aumentó la oferta a $50.000 dólares -algo así como 40 millones de pesos-.

Con dicha cantidad dijo que pagaría la universidad (la Universidad de Florida Central en la cual cursa su primer año) y compraría un Tesla Model 3, auto eléctrico manufacturado por la empresa de Musk.

Sin embargo, el empresario sudafricano se negó diciendo que no le parecía bien “pagar por borrar eso” y nunca se llegó a un acuerdo. Aunque ahora con sus influencias, Musk finalmente terminó con el hacker, por el momento.