Cirujanos lograron un avance prometedor al conseguir operar el cerebro de un feto mientras éste estaba aún en el útero, consiguiendo aparentemente revertir una condición prenatal que pudo haberle causado daños severos tras nacer, o incluso la muerte.

Médicos estadounidenses consiguieron por primera vez operar el cerebro de un feto mientras éste está aún en el útero, para tratar una malformación aneurismática de la vena de Galeno, que tras el nacimiento hubiera causado un deterioro en su salud que podía causarle la muerte. Se trata de una enfermedad que, se estima, padecen 1 de cada 60 mil recién nacidos.

Durante el estudio, publicado en Stroke, los cirujanos se guiaron con ultrasonidos, reparando la condición que se da profundo en el cerebro del feto y se caracteriza por presentar una alta presión de sangre.

El flujo alterado puede causar en el infante hipertensión pulmonar, fallas cardíacas, y otras condiciones potencialmente letales.

El paciente tenía 34 semanas y 2 días (cerca de 8 meses y medio) de gestación cuando fue sometido a la operación, mostrando los monitoreos una inmediata caída en los flujos de sangre anormales en la zona donde existía la malformación, así como una mejora significativa en el funcionamiento de su corazón tras el procedimiento.

Debido a la ruptura prematura de membranas durante la embolización intrauterina, el bebé nació por inducción del parto vaginal dos días después.

“En nuestra prueba clínica en curso, estamos usando embolización transuterina guiada por ecografía para tratar la malformación de la vena de Galen antes del nacimiento, y en nuestro primer caso tratado, nos entusiasmamos al ver que el declive usualmente visto tras el parto simplemente no apareció”, explicó el radiólogo neurointervencionista del Hospital para Niños de Boston y de la Escuela Médica de Harvard, Darren Orach, a la Asociación Estadounidense del Corazón.

Así, expresó que “nos complace informar que a las seis semanas, el bebé progresa notablemente bien, no toma medicamentos, come normalmente, aumenta de peso y está de vuelta en casa. No hay signos de ningún efecto negativo en el cerebro”.

“Si bien este es solo nuestro primer paciente tratado y es vital que continuemos el ensayo para evaluar la seguridad y la eficacia en otros pacientes, este enfoque tiene el potencial de marcar un cambio de paradigma en el manejo de la malformación de la vena de Galeno donde reparamos la malformación antes de dar a luz y evitamos la insuficiencia cardíaca antes de que ocurra, en lugar de tratar de revertirla después del nacimiento”, como actualmente se hace, detalló Orbach.

Dicha operación postoperatoria es de alto riesgo y no siempre tiene éxito, corriéndose el peligro también de que el cerebro ya haya sufrido daño severo.

Así, anticipan que el nuevo procedimiento “puede reducir notablemente el riesgo de daño cerebral a largo plazo, discapacidad o muerte entre estos bebés”.

“Como siempre, será necesario realizar y seguir varios de estos casos fetales para establecer un patrón claro de mejora en los resultados neurológicos y cardiovasculares”, acotó por su parte el cardiólogo Gary Satou del UCLA Mattel Children’s Hospital, quien no participó en el estudio. “Por lo tanto, el ensayo clínico nacional será crucial para lograr datos adecuados y, con suerte, resultados exitosos”.