Cuidado con donde te informas sobre enfermedades: un reciente análisis arrojó que los videos publicados en TikTok sobre viruela del mono tienden a ser seriamente deficientes.

Incluso la información publicada por especialistas de la salud en TikTok sobre la viruela del mono resultó ser habitualmente “imprecisa, incompleta, y de baja calidad” tras un análisis efectuado por científicos de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia.

Según un estudio publicado en BMJ Global Health, estos resultados alertan de los riesgos de usar redes sociales para informarse sobre materias de salud, especialmente durante emergencias sanitarias como la pandemia de covid-19.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores acotaron la búsqueda de los videos a los publicados entre el 1 de enero y el 11 de agosto en 12 etiquetas de TikTok, relativas a la viruela del mono. Tras revisar manualmente los 2.462 videos encontrados, se discriminó escogiendo únicamente los originales, en inglés, y que contuvieran contenido educativo hasta dejar sólo 85 como muestra.

La viruela del mono, ahora denominada Mpox, está caracterizada por síntomas que incluyen fiebre, glándulas linfáticas inflamadas, y pústulas inflamadas en todo el cuerpo durante entre 2 y 4 semanas. Por su parte, TikTok es una de las redes sociales más activas de la actualidad con más de mil millones de usuarios en 2022, en la cual los usuarios pueden crear videos de entre 15 segundos y 5 minutos.

Dada su popularidad y facilidad de uso, se ha convertido en un sitio donde los usuarios frecuentemente buscan información sobre asuntos contingentes de salud.

Ninguno se salvó

Se analizó lo que los videos decían sobre las características y los tratamientos de la viruela del mono, evaluándolos en base a tres herramientas validadas por la comunidad científica, y se separó a los autores de los videos en cuatro categorías: médicos y comunicadores científicos; instituciones; enfermeras y otros trabajadores sanitarios; y el público general. Asimismo, se registró cuántos seguidores tenían, a quienes seguían, el total de publicaciones en sus cuentas y los ‘likes’ conseguidos.

Así, entre los 85 videos estudiados, 37 (43,5%) fueron incluidos en la primera categoría, 30 (35%) en la segunda, 11 (13%) en la tercera y 7 (8%) en la cuarta.

La mayoría de ellos (el 85%) abordaron los factores de riesgo de la viruela del mono, pero en promedio tendían a considerar sólo un tercio de los elementos clave.

Finalmente, se puntuó los videos en la escala DISCERN (un instrumento con el cual se puede medir la calidad de una pieza de información escrita sobre asuntos de salud), arrojando como promedio 39.56 puntos contra un máximo de 80. También se les evaluó en base a los criterios de JAMA (la Revista de la Asociación Médica Estadounidense), en la cual promediaron sólo 1.39 puntos contra un máximo de 4.

Es decir, fueron considerados de calidad “pobre”, y ninguno de ellos consiguió aprobar en todos los criterios de JAMA.

Sin embargo, los videos de mayor calidad fueron encontrados entre las publicaciones de doctores y comunicadores científicos, por encima de los institucionales y las enfermeras, quedando el público general en último lugar.

Limitaciones del estudio

Pese a ello, los investigadores matizan que el estudio tiene varias limitaciones, comenzando por que el estudio cubrió un periodo relativamente corto de tiempo. Asimismo, las herramientas de DISCERN y JAMA fueron originalmente diseñadas para evaluar información escrita en sitios web. Además, pese a la calidad de la información, sus métodos no permiten evaluar si hubo cambios conductuales en la audiencia tras ver los videos.

Sin embargo, advierten que “en general, el material sobre el reciente brote de viruela del mono compartido mediante videos de TikTok era frecuentemente poco fiable e incompleto, estorbando los esfuerzos sanitarios de compartir información precisa sobre la enfermedad”. Ello hace necesario desarrollar y difundir instrucciones para que los comunicadores puedan seguir a la hora de informar al respecto en redes sociales, concluyeron.

“Nuestro estudio resalta los riesgos de acudir a TikTok o redes sociales como fuente de información sobre salud. La baja calidad de los videos con contenido sesgado podría llevar a confusión y perjudicar las tomas exitosas de decisiones informadas. Esto exacerba la ‘infodemia’ de las redes sociales, disuadiendo los esfuerzos para prevenir y administrar los brotes de enfermedades, notablemente la de viruela del mono”.