Ambas naciones se disputaron el descubrimiento del planeta por más de 20 años, cuando al fin llegaron a un consenso, la historia dio un giro drástico.

Más de 170 años han pasado desde que Francia y Gran Bretaña se enfrentaron en una ardua disputa para definir qué investigadores habían descubierto el planeta Neptuno. Sin embargo, cuando dieron por finalizado el conflicto, un giro en la historia significó un final inesperado.

El 23 de septiembre se cumplieron los 176 años del descubrimiento en 1846 de Neptuno. Octavo planeta en distancia al Sol y el más lejano del Sistema Solar, es el cuarto en diámetro y el tercero en masa.

Su hallazgo desató una pugna nacionalista entre Francia y Gran Bretaña por determinar si fueron astrónomos ingleses o franceses a los que correspondía el honor del descubrimiento.

“Astrónomos despistados”

Todo empieza en 1821, cuando el astrónomo francés Alexis Bouvard publicó en sus tablas astronómicas la órbita de Urano. Las observaciones revelaron perturbaciones sustanciales, que llevaron a Bouvard a lanzar la hipótesis de que la órbita de Urano debía estar siendo perturbada por algún otro cuerpo.

En 1843, el británico John Couch Adams calculó la órbita de un octavo planeta en función de las anomalías observadas en la órbita de Urano. Envió sus cálculos a sir George Airy, el Astrónomo Real, quien pidió más información. Adams comenzó a redactar una respuesta, pero nunca llegó a enviarla.

Mientras, el francés Urbain Le Verrier publicó sus propios cálculos. En el mismo año, el británico John Herschel comenzó a abogar por el enfoque matemático y persuadió a su compatriota James Challis para buscar el planeta propuesto por Le Verrier. Después de muchas dilaciones, Challis empezó su búsqueda, reacio, en julio de 1846.

Mientras, Le Verrier había convencido al astrónomo alemán Johann Gottfried Galle para buscar el planeta. Neptuno fue descubierto esa misma noche, el 23 de septiembre de 1846, donde Le Verrier había predicho que se encontraría. Challis más tarde se dio cuenta de que había observado previamente el planeta dos veces en agosto, sin advertirlo.

Un final inesperado

A raíz del descubrimiento, hubo mucha rivalidad nacionalista entre los franceses y los británicos sobre quién tenía prioridad y merecía crédito por el descubrimiento. Finalmente, surgió un consenso internacional sobre que tanto Le Verrier como Adams conjuntamente lo merecían.

Y aunque ambas naciones habían dado fin al conflicto, todo esto fue en vano, pues más tarde se constató que Galileo había dado con el planeta en 1612, pero lo confundió con una estrella y, por lo tanto, un italiano era el verdadero descubridor del planeta Neptuno, según consignó Europa Press.