La historia se remonta hace 3 mil años al pasado, cuando dos grupos se enfrentaron por la sobrevivencia en las áridas tierras del desierto de Atacama, luchando con todo tipo de armas.

Según la información consignada por la revista Smithsonian, hace aproximadamente mil años Antes de Cristo algunos recolectores decidieron probar suerte con la agricultura en una de las zonas más secas de la tierra, el desierto de Atacama, ubicada entre la Cordillera de los Andes y el Océano Pacífico, y que hoy es parte del norte de Chile.

Pronto se dieron cuenta que quizás la agricultura no serviría allí, pero ya era demasiado tarde ya que comenzó a escasear la comida y el agua, haciendo que la violencia surgiese lentamente y se mantuviese así por siglos.

Momificación natural

Cuchillos, armas de caza e incluso mazas fueron usadas por los habitantes del desierto para luchar por algo de comer en las áridas tierras.

Esta información se pudo obtener gracias a un análisis realizado en restos humanos de tumbas que datan entre 3000 y 1400 años de antigüedad, que incluyó a decenas de personas con cabello, carne y órganos aún intactos, debido a la aridez del desierto.

Las condiciones climatológicas del desierto de Atacama son aptas para que ocurra el fenómeno de la momificación natural, esto ya que con las altas temperaturas del lugar y el ambiento seco, las enzimas encargadas de la descomposición no pueden entran en acción y termina dando lugar a una conservación de los tejidos blandos.

Atacama
Vivien Standen

Según los datos recolectados, varias de estas personas sufrieron fracturas de costillas, clavículas rotas, mutilación facial y heridas punzantes en pulmones, ingle y columna vertebral. Al parecer, la mitad de estas heridas fueron golpes fatales.

Atacama es un lugar privilegiado para investigar los desencadenantes de conflictos mortales ya que se han excavado cientos de restos humanos bien conservados, que relatan casi 9 mil años de violencia episódica y cambio social.

La autora principal de este estudio es la investigadora de la Universidad de Tarapacá, Vivien Standen, quien ha estado examinando estos restos y conservándolos en el museo de la casa de estudios.

“Esta colección fue excavada hace muchos, muchos, muchos años. Hoy, ya no excavamos cementerios”, enfatizó Standen.

La investigación

Standen explicó que llegaron a esta zona luego de seguir a una comunidad de pescadores-recolectores que vivió a lo largo de la costa hace 10 mil y 4 mil años y que contó con las momias más antiguas del mundo, las momias Chinchorro. La conservación de estos cuerpos fue por razones religiosas, aunque otros fueron por accidente, quedando como momias naturales.

Varios cuerpos adultos de la comunidad fueron analizados, presentando algunas lesiones como huesos rotos y apuñalamientos. Sin embargo, la mayoría de estas heridas habían sido curadas, lo que significó que la muerte fue por otra causa algún tiempo después.

Esto llevó a Standen a descubrir si ese patrón se mantuvo mil años después, cuando apareció la agricultura en Atacama. ¿Por qué a las áridas tierras del desierto? Según la investigadora, esto se debió a que era más difícil conseguir productos del mar debido a los cambios climáticos que afectaban a los eventos de El Niño. Lo que llevó a varios a incursionar tierra adentro en busca de oasis y valles fluviales.

En el desierto

El coautor del estudio y antropólogo de la Universidad de Tarapacá, Bernardo Arriaza, señaló que “en la franja del desierto de Atacama… tienes valle, zona verde. Y luego no tienes nada. Y luego tienes otro pequeño valle”. Es en esas zonas donde los antiguos grupos se establecieron para sobrevivir.

Para comprender la violencia de aquellas muertes, el equipo de Standen regresó al museo para analizar los 194 restos de adultos excavados en las décadas de 1970 y 1980 y que datan una antigüedad de entre 1000 A.C y 600 D.C.

“La preservación de los cuerpos es excelente, por lo que podemos ver a las personas reales que vivieron en este entorno”, señaló Standen.

atacama
Mauricio Falk | Flickr

Según Arriaza, con el inicio de la agricultura “Todo es más letal. Todo es más explosivo”. Agregando que tanto hombres como mujeres fueron maltratados. Sin embargo, se encontraron pocos signos de trauma en niños y bebés, enterrados durante el mismo periodo. “No vemos demasiado abuso infantil”, aseguró el experto.

Analizaron la dieta que habían tenido los cuerpos y se percataron que unos tenían proporciones de estroncio ligeramente más altas que otros, lo que significaba que algunos consumieron más mariscos y productos del mar, mientras que otros tenían valores más bajos, lo que sugiere que consumían los alimentos del valle. Esto da pie a una hipótesis que señala un conflicto entre pescadores tradicionales y agricultores novatos.

Esto se debió, a como se señaló anteriormente, a los eventos de El Niño que obligó a los pescadores a luchar por comida ya que la recolectada del mar no era suficiente. Por otro lado, en el desierto todo era más seco por lo que también existía una falta de comida importante. Estos factores llevaron a que ambos grupos se enfrentaran por el cambio climático, la hambruna y la falta de agua.