Uno de los debates más comunes tiene relación con la pregunta sobre si hay vida después de la muerte.

Es en esta discusión que el respetado físico y cosmólogo Sean Carroll, profesor en el Instituto de Tecnología de California, aporta su propia visión.

Según el autor del libro “The Particle at the End of the Universe” (“La partícula en el fin del universo”, en español), la vida después de la muerte es incompatible con todo lo que sabemos sobre la ciencia moderna.

Tal como recoge la cadena CNN, Carroll sostiene que quienes aseguran que el alma persiste después de la muerte, deberían responder otras preguntas como: ¿qué partículas forman el alma? ¿cómo interactúa con la materia ordinaria?

Pixabay (CC0) Pexels
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En un ensayo titulado “Physics and the Immortality of the Soul” (“Física y la inmortalidad del alma”, en español), Carroll sugiere que la única evidencia de vida después de la muerte son “algunas leyendas y afirmaciones incompletas de testigos… además de muchas ilusiones”.

“Estamos hechos de átomo”, precisó. “Cuando mueres, es como apagar una vela o apagar un notebook. No hay sustancia que abandone el cuerpo. Ese es un proceso que se detiene. Así es como las leyes de la física describen la vida”, agregó.

En ese sentido, Carroll indica que la conciencia, en el nivel más básico, es una serie de átomos y electrones aportados por la mente. Sin embargo, argumenta que las leyes de la física no permiten que estas sigan funcionando después de la muerte física.

Skitterphoto (CC0) Pexels
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“Las afirmaciones de que alguna forma de conciencia persiste después de que nuestros cuerpos mueren y se descomponen en átomos constituyentes se enfrentan a un gran obstáculo insuperable: las leyes de la física que subyacen a la vida cotidiana”, comentó en entrevista con el periódico británico Express.

“Todo debe suceder en esos márgenes, y no hay manera, en esas leyes, de permitir que la información almacenada en el cerebro persista después de que mueres”, complementó.

El experto alude a la teoría cuántica de campos, disciplina de la física que aplica los principios de la mecánica cuántica a los sistemas clásicos de campos continuos, como por ejemplo el electromagnético.

Dicho de otro modo, esta teoría sostiene que hay un campo en el universo para cada tipo de partícula.

Julian Jagtenberg (CC0) Pexels
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Carroll esgrime que si la vida continuara después de la muerte, el campo cuántico habría “revelado partículas y fuerzas espirituales”.

“Creer que hay algo después, por decirlo suavemente, requiere una física más allá del modelo estándar. Lo más importante es que necesitamos alguna forma para que esa ‘nueva física’ interactúe con los átomos que tenemos”, escribió en la revista científica Scientific American.

“Dentro de la teoría cuántica de campos, no puede haber una nueva colección de ‘partículas y fuerzas espirituales’ que se relacionen con átomos regulares, porque los habríamos detectado en otros experimentos”, cerró.