Con la canción Imagine finaliza este montaje, un modo de sintetizar el punto de vista de sus creadores y el sentido más profundo de esta propuesta de teatro musical.

Dejar de lado toda genuflexión ante el ídolo rockero para concentrarse en conectar lo artístico y lo político en relación a la manera de ser, sentir, pensar y actuar de John Lennon, especialmente, sobre sus ansias de paz para el mundo.

Un objetivo que buscan tanto la dramaturgia de Claudia Hidalgo como la dirección de Natalia Grez y Pepa San Martín, cuidando que el relato sea sencillo y humano, al ritmo de una persona que volvía a componer, luego de cinco años dedicado sólo a su familia.

“John, el último día de Lennon” | Javier Valenzuela
“John, el último día de Lennon” | Javier Valenzuela

Y, además, lejos de cualquier intento de clonar al músico en escena, sino aproximarse a él recurriendo a unas cuantas alusiones que simbolizan su comportamiento corporal.

Son opciones que hacen creíble una propuesta que tiene el gran apoyo de un elenco que exhibe convicción y desplante, con Gabriel Urzúa (John) y Tamara Ferreira (Yoko) como dos soportes de un alto nivel actoral.

Más aún si el formato pone en el oído de los espectadores canciones emblemáticas de Lennon, con interpretaciones de Urzúa que recogen ese estado especial premonitorio que, al parecer, tiene una persona antes de su muerte.

John, el último día de Lennon es una realización de Cultura Capital, productora especializada en poner en escena títulos como 80s el musical, Sinatra y Mercury, la leyenda.

Amplio espectro

Siempre en función de aludir a las últimas horas de vida de Lennon –un crimen que traspasó el ámbito artístico- el protagonista repasa aspectos de su pasado, en especial su relación con las mujeres más importantes de su vida.

Gabriel Urzúa muestra a un Lennon distendido y amoroso en los encuentros con Yono Ono; coloquial, alegre y violento con el entrevistador, amigo o confidente que interpreta Guilherme Sepúlveda.

Tenso, agresivo y despótico con su primera esposa (interpretada por Adriana Stuven), predispuesto y regalón con su mamá (destacado rol de Carmen Bresky), honesto y sutilmente irónico respecto de su rivalidad con Paul y ensimismado cuando canta y toca la guitarra o el piano.

“John, el último día de Lennon” | Javier Valenzuela
“John, el último día de Lennon” | Javier Valenzuela

Así como la propuesta no se construye con el afán de imitar a Lennon, con buen criterio tampoco intenta desarrollar un estudio en profundidad de su psicología ni de su música.

Más bien entrega momentos con emociones reales, estados de ánimo altos y bajos, e instancias de trance o conciencia alterada, en un equilibrio que juega con la idea de presentar a un ídolo del rock con una sonrisa irónica.

La ambientación escenográfica, lumínica (Rocío Hernández) y sonora (Ricardo Inzunza) instalan a Lennon en las alturas del departamento desde donde vivía y miraba su entorno.

Un espacio amplio y funcional, telón de fondo para proyectar las imágenes juguetonas de Alex Waghorn y acoger la eficiente música en vivo de Juan Pablo Ortega, Cristián Bidart y Felipe Martínez.

Así, el musical enfrenta con éxito el complejo desafío que implica tener como protagonista a un artista conocido a nivel mundial, con todos los mitos que acompañan su historia.

Y que, sobre todo, es capaz de tocar el alma de una persona.

Teatro Nescafé de las Artes. Manuel Montt 32. Jueves a sábado, 20.30 horas; domingo 19.30 horas. Entradas de $ 10.000 a $ 18.000. Hasta el 24 de junio.