Cristóbal Rojas Basso (34) recibió esta semana el prestigioso premio Global Teacher Prize Chile, organizado por Elige Educar, en la categoría Mejor Profesor de Música, incorporada por primera vez este año, por su trabajo como director de la Orquesta Sonidos de Luz, compuesta por personas ciegas.

“Cuando era niño, me impactó mucho ver cómo mi abuela, que estudió música en el Conservatorio, comenzó a quedarse ciega y siguió tocando piano”, dice en su departamento en la comuna de Ñuñoa, para explicar el origen de su interés por el trabajo musical con personas no videntes.

En sus labores, Cristóbal se ha apoyado en los recursos que ofrece Aprendoencasa.org, iniciativa que forma parte de la #RedEducacionDigital impulsada por Fundación BHP en Chile y que conoció a través del programa EligeEducar. Asegura que este material le ha sido especialmente útil para potenciar la enseñanza en línea en tiempos de Covid-19.

“La pandemia nos ha hecho pensar en otras formas de enseñar y este portal te permite acceder a muchos recursos educativos, como videos, pdfs y guías con estrategias para el desarrollo de habilidades. Se trata de material que no siempre llega a los colegios”, asegura.

Entre los contenidos que le han sido más útiles, menciona las guías de trabajo que el Ballet Municipal de Santiago comparte a través de este portal y el material de la Corporación Cultural de Lo Barnechea en torno al uso de la corporalidad, aspecto especialmente sensible en el caso de las personas que nacen ciegas y, por lo tanto, no tienen referentes visuales sobre cómo deben moverse sobre un escenario.

Cristóbal Rojas, ganador Global Teacher Prize Chile en música | Carolina Vargas

Respecto de la queja entre docentes en torno a la falta de recursos pedagógicos, Cristóbal dice: “Muchos profes se quejan sobre esto, alegan que no pueden hacer clases si no hay instrumentos, pero la música la puedes hacer con cualquier cosa. Incluso con el cuerpo”. El profesor cuenta que tomó un curso de música corporal en Brasil, para luego darle una bajada a lo aprendido con ritmos de cueca.

Entre sus proyectos destaca su trabajo personal como músico, que describe como “charango jazz”, y continuar haciendo clases. “La música es una herramienta trascendental en el desarrollo humano porque logra conectar el alma con el intelecto”, concluye.