Para muchos, el descontento social generalizado que existía previo al 18 de octubre de 2019, una fecha histórica para nuestro país, se veía venir desde hace años, décadas incluso, y significó una explosión de un malestar con el que muchos chilenos se sentían identificados.

Pero hubo otra parte del país que quedó impactada con el movimiento social porque, presuntamente, no tenían idea que existía tal nivel de inequidad: las élites.

¿Cómo es posible que los grupos privilegiados no vieran el descontento social?, es lo que muchos se cuestionan.

Este fenómeno lo abordan Daniel Fernández y Pablo Reyes en su nuevo libro, Invisibles, a varios años de sus otros textos, La nueva élite (2014) y No nos gusta el chile que habitamos (2016), en los cuales anticipaban el estallido.

Invisibles será lanzado este miércoles 26 de agosto, a las 20 horas, en una conferencia en la que ya puedes inscribirte ingresando a LibroInvisibles.cl. También podrás verla por las redes sociales de BioBioChile y BioBioTV.

Libro Invisibles
Libro Invisibles

En conversación con BioBioChile, la respuesta de Daniel Fernández, ingeniero civil y profesor en Gestión del Cambio Cultural en la Universidad del Desarrollo, es tajante y puede que muchos ya lo sospecharan: “Las élites en general, porque esto está pasando en todo el mundo, son bastante endogámicas, es decir, se reúnen entre ellos, conversan entre ellos, leen las cosas que ellos escriben, y se van creando una suerte de alucinación como percepción de la realidad a partir de esa conversación. Nosotros lo decimos en el libro, el primer capítulo lo analiza. (Existían libros y encuestas en Chile) que estaban anticipando, de manera directa o indirectamente, se incubaba un conflicto social mayor”.

De hecho, Pablo Reyes, ingeniero comercial, profesor de post grado en la Universidad Adolfo Ibañez en temas de cambio evolutivo cultural y director de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso, detalla que con Fernández también lo predijeron en sus libros anteriores.

“En La nueva élite vislumbramos que las tensiones culturales que estaban existiendo en Chile, si lo mirábamos desde una perspectiva evolutiva, iban a llevar a un choque cultural en aproximadamente el año 2020″, señala, una predicción bastante acertada.

Este libro, Invisibles, surge a partir de esa mirada, con foco en cuál es el fenómeno cultural evolutivo que estamos viviendo ahora, qué pasó con esos cientos de miles de personas que irrumpieron y que dejaron sorprendidas a las élites con sus manifestaciones, cómo fue que sucedió esa ceguera de su parte y cómo podemos transitar por esta crisis de manera más fluida”, cuenta.

Esta ceguera no se da sólo en los sectores privilegiados de la sociedad, añade Reyes, pero es más grave que así ocurra porque en la élite es donde se ubican muchas de las personas que ejercen el poder en Chile.

“Esto es un fenómeno humano. Dejar en zona ciega aquellas cosas en las cuales no nos movemos, con las cuales no tenemos vinculación, en un mundo en el cual no participamos, no es algo tan extraño y propio a las élites. El tema es que, en ese espacio es donde se tiene fundamentalmente la conducción de ciertos procesos, entonces que exista ceguera a ese nivel en los tomadores de decisiones es más delicado a que exista en algo que es depositario de las decisiones”, afirma.

¿Existe voluntad de las élites para cambiar?

Tras el estallido social, muchos esperan que en la clase dominante exista mayor voluntad para debatir y llevar a cabo cambios estructurales a la sociedad chilena. Pero, en la práctica, los autores de Invisibles consideran que las élites continúan mirando más a los indicadores económicos que a la percepción de bienestar de la población en general, algo mucho más difícil de medir.

Daniel Fenández: “Yo creo que la élite ha estado cómoda hasta octubre 2019. Por lo tanto, cuando tú estás cómodo, en una cierta zona de confort y ves indicadores económicos sociales clásicos de desarrollo, tipo “bancos centrales”, tú dices ‘estamos creciendo, está todo tranquilo’.

“Entonces, más que tener la voluntad, el tema es tomar consciencia. Es decir, hablándole a las élites, decirles: ‘Hoy día te quedó claro que el sistema está desequilibrado y que, por lo tanto, tu propia subsistencia como élite y como parte de un sistema político-económico-social está en juego en esta pasada. Así que, si tú no actúas y no das cuenta de esto con consciencia, vas a tener un problema mayor un poco más adelante. Chile no saldrá de sus crisis social y pandémica con los mismos paradigmas de siempre, se requiere un cambio de mentalidad hacia la colaboración y la solidaridad, y dejar atrás el individualismo extremo.”

Pablo Reyes: “Esto tiene un agarre en el choque de sistemas de paradigmas y que tienen que ver con la evolución cultural, que es la mirada desde la que está el libro. Cuando la élite refiere a estos indicadores, lo que están hablando es que esa es la realidad, y la realidad no sólo se accede a través del indicador, también es percibida. Por lo tanto, tiene un sustrato importante, y en la economía se sabe y lo sabemos hace mucho rato, que tiene que ver con percepciones, con emocionalidad, con estados de base que hacen que muchas veces el indicador no sea el más relevante.

“Podemos decir que la delincuencia ha ido bajando, pero la sensación de inseguridad es distinta. Entonces, la élite tiene de alguna forma el llamado a gestionar teniendo esa complejidad a la vista. No basta con ponerle encima al otro los números, los indicadores y decir que ‘ustedes están mejor que antes’, si es que la percepción es que no estamos mejor que antes o que se nos contó algo que no fue tan así en el tema de las oportunidades y la meritocracia y otros elementos que tienen que ver con la realidad percibida. Y esa falta de capacidad, de incorporar esa dimensión más sensible, si yo no la incorporo a la gestión, es muy probable que voy a tener un choque conversando en idiomas distintos. La emocionalidad no conversa con el dato”.

¿Ha habido algún cambio real tras el estallido social?

Lamentablemente, tampoco ha habido cambios reales tras el estallido social, de acuerdo a los académicos. Además de que el proceso se vio interrumpido por la pandemia, consideran que todavía se percibe a una sociedad polarizada.

Fernández: “La verdad es que no. Además, apareció entre medio el coronavirus, que tendió a acelerar algunos procesos evolutivos y frenar otros. E inhibió temporalmente el movimiento social y postergó otras cosas que eran de mediano plazo. Lo que hizo el sistema fue tratar de resolver una crisis inmediata, con la gente preocupada más de contagiarse, primero, y luego, preocupada de poder obtener alimento y sobrevivir.

“También nos sorprende que haya personas de la élite que digan ‘no sabemos qué va a pasar después’ o ‘una vez que pase el coronavirus, a lo mejor vuelven al movimiento social, a lo mejor no’, como si el tema hubiera sido una especie de berrinche en octubre de 2019 y se fuera a resolver solo, cuando aquí el problema es bien de fondo, es estructural, que está movilizando y generando un caldo de cultivo que no ha sido resuelto y que el plebiscito tampoco resuelve por sí mismo. El plebiscito da un canal institucional político para, en el futuro, crear las condiciones para los cambios. Pero tampoco es un mecanismo de resolución de corto plazo. Así que vamos a vivir un tiempo con esa incertidumbre”.

Reyes: “Un punto adicional es que, de alguna forma, podría haber sucedido que hubiera aparecido un insight (visión o percepción), que dijera ‘aquí hay algo que tenemos que escuchar, que tenemos que observar’, pero si uno mira la forma en cómo se ha ido manifestando esta conducción posterior, sigue tendiendo a la polarización, a quién tiene la razón, quiénes son los buenos, quiénes son los que están equivocados, quiénes son los malos.”

“Y eso es transversal, por eso la mirada que estamos proponiendo no tiene que ver con izquierdas ni derechas, no tiene que ver con un sector u otro, o sea, no hay un insight claro en ninguno de los dos polos tradicionales que conocemos. No hay un llamado integrador, sino que todavía estamos en la lógica de bandos, que es la que nos tiene divididos. Mientras no salgamos de esa lógica polar, va a ser difícil tomar esa conducción.”

Comunistas o fascistas, sin intermedios

En nuestro país ocurre un fenómeno curioso, que también tiene que ver con la polarización de nuestra sociedad y que se percibe con claridad: cada vez que alguien defiende la igualdad social, es tildado de comunista; y lo opuesto, es llamado fascista cuando defiende algún aspecto del modelo económico. Los académicos explican a qué se debe esto.

Fernández: “Hay muchas formas de conversar, y hay una forma que se llama ‘de trincheras’, que es ‘yo tengo la razón, estoy parapetado en mi lugar y voy a tratar de convencerte; y si no te convenzo, estás equivocado y pasas a ser un oponente, mientras yo reafirmo mis convicciones’.

“Y hay otra forma de conversar que se llama ‘generativa’, que es ‘yo no estoy seguro de tener la razón, tengo una visión basada en ciertos paradigmas, pero estoy abierto a escucharte; por lo tanto, te voy a escuchar de verdad, no te voy a invisibilizar y si tus argumentos no me hacen mucho sentido, yo he ganado porque entonces resulta que mi punto de vista es más sólido. Y si me equivoqué y tomo de ti elementos que no tenía incorporados, también gané porque entonces enriquecí mi forma de entender y de pensar el mundo’.

“La democracia pasa por conversaciones generativas, con apertura, con escucha, con dejar aparecer al otro y respetarlo. Pero aquí hay mucha arrogancia, una mirada de un mundo competitivo, del logro individual, del éxito. Yo creo que por eso hay descalificación”.

Reyes: “Y si eso lo llevamos a la mirada evolutiva, esto tiene que ver con choques paradigmáticos, de un paradigma que cree en una verdad superior, en una verdad que es incuestionable, en un dogma, ya sea económico, religioso, etc. Pero es un dogma, que por lo tanto tiene que ser cierto para todos. Así que, cuando aparecen otras sensibilidades y empieza a mostrarse un paradigma más solidario, que empieza a mostrar que aquí está lleno de grises y no es blanco y negro, ese choque es muy grande y es parte central de lo que se está viviendo.”

“Cuando se dice: ‘aquí las cosas son de una cierta forma, si se sale de esta lógica pasa a ser comunista o fascista’, es la misma lógica transversal de creer que hay una verdad superior y que mi verdad es más válida que la otra. Y eso no genera una apertura que de la posibilidad de que una conversación generativa nos pueda llevar a un estado más amplio de comprensión, que nos permita nuevas posibilidades, que amplíe nuestras capacidades de acción”.

¿Puede ocurrir otro estallido social?

Fernández: “No sé si llamarle ‘estallido’ en la forma en que se va a manifestar, pero manifestaciones, situaciones de presión, evidentemente van a volver porque, como decía, están las razones para eso. Nosotros planteamos en el libro que hay 3 elementos clave que no se han cumplido, y que si no se cumplen va a ser muy difícil restaurar una convivencia con una pertenencia a un nosotros común:

“1- La noción de democracia: esta ha sido una democracia más bien representativa, en que se eligen personas como una democracia súper estructural, pero que no se vive en el día a día.

“2- La trampa de la meritocracia: hay un libro publicado el año pasado por Daniel Markovitz, ‘La trampa de la meritocracia’, que dice que ‘la meritocracia es mentira porque si no tienes buena educación escolar en la base y el mismo acceso a la cognición, después no pretendas que con universidad y con gratuidad vas a lograr nivelar y generar una situación meritocrática a futuro’. Y luego está que la selección de profesionales y ejecutivos está sesgada por tu origen. Sobre eso hay un estudio sobre Chile de Seth Zimmerman, académico de la Universidad de Yale.

“3- El mercado: el mercado tiene que funcionar sin colusiones, sin ventajas, sin información privilegiada, con acceso a los emprendedores, etc.

“Entonces, si tú prometes una sociedad democrática, con meritocracia y con un mercado abierto, y no se cumplen de verdad las tres, eso es lo que la nueva constitución tiene que intentar lograr, porque sin esos tres elementos de base, es muy difícil una convivencia sana.”

¿Por qué este libro es un aporte en este momento?

Fernández: “Este libro presenta un enfoque que no se ha hecho en Chile, salvo el que hicimos en La nueva élite hace 5 años, que es la teoría evolutiva cultural, tiene una lente para mirar diferente, mira desde otro ángulo, que es sobre los sistemas de paradigmas que tenemos habilitados, cómo los usamos y cómo evolucionan. Así que la oferta para el lector es que van a encontrar una metodología de análisis diferente, y al tener un lente para mirar diferente, van a poder ver las cosas desde otro ángulo. No es un libro más que habla del estallido.”

Reyes: “Nosotros ponemos ciertas pistas y orientaciones respecto al proceso constituyente. Ahí hay ciertas pistas que pueden apoyar los procesos que vienen, que pueden dar ciertas luces, porque si son abordados de la misma forma en que los venimos abordando, vamos a entrar en un mismo tipo de discusión de trincheras, no generativas”.

Puedes ver el lanzamiento de Invisibles este miércoles 26 de agosto, a las 20:00 horas, inscribiéndote en LibroInvisibles.cl. Puedes adquirirlo en Amazon en formato digital