Dos ataques explosivos se registraron este martes en un mercado de la capital de Irak y dejaron al menos 11 muertos y cerca de 50 heridos, informó el portavoz del Ministerio iraquí del Interior, el coronel Saad Maan.

Maan explicó que una mujer suicida hizo estallar un cinturón con explosivos que llevaba adosado al cuerpo en el mercado Arbát Alaf, donde también explotó una bomba.

Un portavoz del Comando de Operaciones de Bagdad dijo a la televisión estatal que la atacante en Al Shaab detonó un chaleco con explosivos en coordinación con la bomba antes mencionada.

El vocero de Interior indicó que este recuento de víctimas es preliminar y que la cifra definitiva podría ser más elevada debido al gran número de heridos.

El mercado Arbát Alaf está situado en el barrio Al Shaab, donde la mayoría de la población es de religión chií.

También en Bagdad, un coche bomba explotó en la zona de Al Rashid causando tres muertos y cuatro heridos, según fuentes de seguridad.

Nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad de los ataques, pero el grupo Estado Islámico reivindicó la semana pasada unos atentados en la capital y sus alrededor que dejaron casi un centenar de muertos y provocaron la ira popular contra el Gobierno por no garantizar la seguridad.

En una serie de atentados la semana pasada, más de 90 personas perdieron la vida en Bagdad, entre ellas más de una decena de seguidores del Real Madrid que se reunían habitualmente en un café de la zona de Balad.

Territorio recuperado

Horas antes, el portavoz del Pentágono, Peter Cook, aseguró que la coalición militar contra Estado Islámico (EI) liderada por Estados Unidos ya habría recuperado el 45 por ciento del territorio en poder del grupo terrorista en Irak. En Siria, entre el 16 y el 20 por ciento del territorio ocupado previamente por EI también habría sido liberado, dijo Cook.

Brent McGurk, enviado especial del presidente Barack Obama para la lucha contra EI, había dicho anteriormente que el grupo islamista se encontraba en retirada. La batalla también se juega en el terreno diplomático, y Estado Islámico ha sufrido pérdidas significativas en sus reservas de dinero y petróleo.