Impacto causó en vecinos y transeúntes de un edificio del sector Lonco Parque en Pedro de Valdivia, en Concepción, ver a un niño de 2 a 3 años de edad jugar en la ventana de un piso 11, sujeto sólo por la malla de seguridad de su departamento.

La situación fue denunciada en redes sociales por un usuario de BioBioChile quien pidió mantener su identidad en reserva, tras captar en video la peligrosa escena.

“Era un niño de no más de 3 años. Quienes estábamos abajo le decíamos que entrara pero él no entendía y sólo saludaba. Era impactante verlo. Estábamos todos con el corazón en la boca pues lo único que lo sujetaba era la malla”, relató a BioBioChile.

El usuario indicó que a través del conserje del edificio contactaron a la madre del niño para alertarla, pero lejos de tener una respuesta positiva, la mujer reaccionó molesta porque estaban grabando y le indicó que si dejaban jugar al niño ahí era precisamente porque “para eso estaba la malla”.

“En un momento pasó Carabineros por el lugar. Les hicimos señas pero no se acercaron. Con mi polola decidimos hacer público el video porque no creemos que esto se pueda considerar una situación normal”, sentenció el hombre.

“Nada es suficientemente seguro para dejar a un niño jugando”

BioBioChile conversó sobre el tema con Gastón Otárola de la empresa MallasConcepcion, quien tiene 15 años de experiencia en el rubro.

“Nada es suficientemente seguro para dejar a un niño jugando. Las mallas de seguridad son un elemento de resguardo para evitar una caída al vacío, pero por más resistente que sea nunca se debe dejar a un niño en ellas”, aseguró enfático.

Según el experto, las mallas de seguridad tienen una vida útil de 3 años. Posterior a ese plazo, el sol va quemando las fibras que la componen y su resistencia se ve disminuida.

“Uno no debe confiarse pues, aunque no tenemos más detalles del caso, imagine que esos padres hayan arrendado ese departamento o lo hayan comprado con la malla instalada, sin saber si ya cumplió su vida útil. Se han producido accidentes por confiarse de mallas que llevaban más de 8 años de instalación y cedieron ante el peso de una persona”, añadió.

Otárola concluyó recomendado que quienes vayan a instalar una malla de seguridad en sus viviendas siempre deben hacerse asesorar por un experto, ya que estos elementos tienen requerimientos de calidad y métodos de instalación rigurosamente estipulados, por lo que no cualquier persona puede colocarlas.

“El principio fundamental es que el peso a soportar se reparta de forma equitativa en todos los anclajes, pues de otra forma la malla no resulta efectiva. También recordar que estas deben renovarse cada 3 años para que tengan siempre la resistencia con la que fueron diseñadas”, concluyó.