El Salvador lamentó este jueves la decisión de Estados Unidos de comenzar a deportar, a partir de enero próximo a miles de niños no acompañados y familias centroamericanas, que incluyen de salvadoreños, que ingresaron ilegalmente a esa nación.

“Nos han comunicado la decisión de las altas autoridades de empezar la deportación de las unidades familiares y niños no acompañados que ya cumplieron con el debido proceso y que tienen orden definitiva de deportación”, aseguró a la AFP la viceministra para Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín.

“Es una lamentable decisión del gobierno de Estados Unidos (que afecta) a nuestras familias salvadoreñas”, añadió Magarín, tras indicar que fue informada de esa decisión por funcionarios de la embajada estadounidense en San Salvador.

La reacción de Magarín sucede luego que este jueves el periódico estadounidense The Washington Post publicó que el Departamento de Seguridad Fronteriza ha comenzado a preparar un plan de redadas para detener y deportar a cientos de familias de centroamericanos que ingresaron ilegalmente a esa nación.

En efecto, la viceministra para los Salvadoreños en el Exterior confirmó que, eventualmente, las detenciones de salvadoreños que ya agotaron todos los procedimientos que les concede la ley estadounidense para evitar su deportación comenzarían en los últimos días de diciembre para efectuar las deportaciones en enero.

Por el momento, el gobierno salvadoreño no posee una cifra exacta de cuántas familias o niños serán deportados al país.

“Es una decisión no muy grata, sobretodo que ocurre en estas fechas en donde las familias están contentas, unidas, celebrando en esta época de Navidad y fin de año”, sostuvo Magarín tras indicar que en el país ya se hacen los preparativos necesarios para recibir a los salvadoreños que sean deportados.

En Estados Unidos residen 2,5 de los tres millones de salvadoreños que se encuentran en el extranjero, según cifras oficiales.

De acuerdo a la viceministra salvadoreña, ciudadanos de Honduras y Guatemala también serán afectados por esas deportaciones de familias y niños no acompañados que ingresaron a esa nación sin documentos migratorios.

De acuerdo a diversas organizaciones salvadoreñas de defensa de derechos de los migrantes, uno de los factores que ha empujado a muchos salvadoreños a migrar indocumentados a Estados Unidos es la situación de violencia delincuencial que afecta esta nación y en donde las peligrosas pandillas son las principales protagonistas.

De enero a noviembre en El Salvador se registraron 6.065 homicidios, superando los 3.502 asesinatos de igual período en 2014, según el Instituto de Medicina Legal (IML).

Durante los once meses transcurridos, el promedio es de 18,2 homicidios por día, mayor a los 17 que a diario ocurrían en el país durante la época de la guerra civil (1980-1992).