En un mundo en que prima la vanidad; la perfección y el atractivo físico se perfilan como los dos factores privilegiados por la “mayoría de la población” al momento de conquistar a una persona.

Plano en que a diario escuchamos la frase: “Olvídate, está fuera de tu alcance”. Situación con la que deben lidiar un gran número de personas que no cumplen con esos estándares de belleza impuestos por una industria de vanidad subjetiva. Para algunos una tontería, para otros un gran problema existencial.

Frente a eso, un reciente estudio publicado en Psychological Science parece haber encontrado la respuesta a por qué, muchas veces, personas consideradas muy atractivas acaban siendo parejas de alguien considerado no tan “guapo (a)”. Paciencia o insistencia, da lo mismo, el punto es que se logró la conquista.

Dicha investigación contó con la participación de 167 parejas, las cuales fueron interrogadas por los especialistas con relación a temáticas temporales como: cuánto tiempo llevaban juntos, cuánto tiempo hacía que se conocían cuando empezaron a salir y si habían sido amigos antes de iniciar su relación.

Tras dichas entrevistas, le pidieron a un jurado compuesto por profesionales que valoraran el atractivo físico de los participantes, siempre de manera “objetiva”.

En tal situación los especialistas descubrieron un patrón que se repetía en un alto porcentaje, el cual apuntaba a que aquellas parejas que comenzaron a salir al poco tiempo de conocerse tendían a ser considerados atractivos ambos en la misma medida. Sin embargo, quienes se habían conocido durante un largo periodo de tiempo, antes de empezar un compromiso, siempre había uno de los dos que era más guapo.

Esto arrojó claramente que si pasa más tiempo en que dos personas se conocen y empiezan a pololear, existe una mayor posibilidad que exista un desequilibrio en el atractivo físico de una de las dos partes.

Frente a esto, Lucy L. Hunt, principal autor del estudio sostiene en la investigación que “Si vas detrás de alguien que está fuera de tu alcance (en términos de atractivo físico) tienes más posibilidades de tener éxito si te tomas tiempo para conocer a la persona, en vez de si intentas el acercamiento sentimental de manera inmediato”.

Cambio gradual de los sentimientos que parece verse con bastante normalidad, es lo que explica la antropóloga Helen Fisher del Instituto Kinsey, que trabaja con el sitio de encuentros en línea Match.com en su investigación anual sobre una muestra representativa de los adultos solteros en los Estados Unidos.

En una indagación realizada en 2013, 33% de los hombres y 43% de las mujeres respondieron “sí” cuando se les preguntó si se habían enamorado de alguien que inicialmente no encontraron atractivo. Fisher llama a este proceso “amor lento”, y lo ve como algo común sobretodo en un contexto en que las personas se toman mayor tiempo para comenzar una relación estable.

Para la misma profesional, aplicaciones tales como Tinder u otras presentes en la web, basadas en la apariencia, no significan mucho. “Este tan solo es el inicio del proceso. Una vez que encuentras a alguien y lo conoces, su valor como compañero va cambiando y muchas veces el físico pasa a un segundo plano: Por lo que, muchas veces se ven parejas “disparejas” si es que a prototipos de belleza nos referimos”.

Las principales razones señaladas por los entrevistados para que estos cambios tuvieran lugar fueron “conversaciones perfectas”, “intereses comunes” y “empezar a apreciar el sentido del humor de él o ella”.

Si bien esta puede ser una excelente noticia para todos quienes no se consideran muy agraciados, hay que tener en cuenta que la investigación solo entrevistó a una muestra relativamente pequeña (167 parejas) y no representa el universo total de la población.

Si bien la persistencia ayude, siempre es necesario algo más para conquistar a esa persona que nos quita el sueño y nos pone nerviosos cada vez que la vemos.